Comerciantes establecidos del Centro Histórico alertaron a las autoridades capitalinas sobre “la normalización” del consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública durante la realización de actos masivos en el Zócalo, y solicitaron implementar filtros para evitar su ingreso.
Durante la reunión semanal con funcionarios de la Autoridad del Centro Histórico, indicaron que el cierre de calles como Madero desde las 14 horas, el sábado pasado, afectó 80 por ciento sus ventas, mientras calles como Isabel La Católica estuvieron atestadas de vendedores ambulantes.
María Fernanda Islas señaló que el “concierto benefició al ambulantaje y lo más crítico es que hubo venta de bebidas alcohólicas en la vía pública. Yo estuve en la zona hasta las 12 de la noche y nunca llegó una autoridad a quitar a la gente que vendía pulque, cerveza, micheladas sobre Isabel La Católica y 5 de Mayo”.
Indicó que hace algunos años se colocaban filtros para que desde la entrada al primer cuadro se retiraran enseres que pudieran representar un peligro. “A la entrada te quitaban todo desde latas, palos, espuma, paraguas…”
María Elena Lozano Camacho, restaurantera en Motolinia, indicó que la noche del sábado pasado “la calle Isabel La Católica parecía tianguis llena de ambulantes, estacionamiento de motos, base de bicitaxis y gente consumiendo bebidas alcohólicas en la vía pública. No es justo que a todos los comercios establecidos nos hayan cerrado las calles, lo que provocó que perdiéramos las ventas del día, que además por ser sábado es día de pago de nómina. Los meseros no llevaron nada a sus hogares; en general todos los que trabajamos en la formalidad resultamos afectados. En cambio, todo el día estuvo lleno de ambulantes”.
Ante las quejas, los funcionarios se comprometieron a transmitir las quejas planteadas a las áreas correspondientes. En el tema de los ambulantes, dijeron que eso corresponde a la Subsecretaría de Programas de Alcaldías y Reordenamiento de la Vía Pública.
Por su parte, la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo local estimó una derrama económica de más de 9 mil 311 millones de pesos por vacaciones de verano en la ciudad.
