La Comisión de Salud del Senado aprobó un dictamen para liberar el control de venta de naloxona, medicamento generalmente disponible en atomizador nasal y que tiene la capacidad de revertir las sobredosis de opioides, al igual que drogas químicas como la heroína, fentanilo y crystal.

En una reunión de trabajo de esa instancia legislativa se indicó que entre las características de la naloxona destaca que se trata de un fármaco controlado, pero necesario para salvar vidas de quienes consumen fentanilo, crystal y otras sustancias en exceso.

“Es de difícil acceso para aquellas personas que enfrentan una sobredosis de opioides por su clasificación en la Ley General de Salud, como un medicamento de uso controlado.”

La iniciativa fue presentada por los senadores de Morena Olga Sánchez Cordero y Ricardo Monreal con la finalidad de eliminar a la naloxona de la lista de sustancias sicotrópicas para que este fármaco se pueda comprar sin receta médica en farmacias como parte del tratamiento para revertir los efectos de una sobredosis por el consumo de opioides.

Se explicó que actualmente las personas que brindan asistencia en el momento de la crisis acuden a prácticas como golpear al paciente, colocarles hielos o administrar vía intravenosa una solución concentrada de agua con sal, “métodos que carecen de eficacia, particularmente en aquellos casos donde existe la presencia de fentanilo”.

En el dictamen aprobado por la comisión referida, se subraya que la naloxona “no es una sustancia sicotrópica, pues no produce alteraciones en el sistema nervioso central”; además, contrarresta las acciones en forma rápida de los opioides como la morfina, la heroína, la oxicodona, el fentanilo y sus derivados”.

Se puede administrar con un vaporizador nasal o como inyección intramuscular, subcutánea o intravenosa y “no tiene ningún efecto en quien no tiene opioides en el organismo”, se enfatiza en el proyecto de decreto que reforma la fracción IV del artículo 245 de la Ley General de Salud, propuesta por los morenistas.

Los senadores destacaron que el alcance de esta reforma representa un avance significativo en la formulación de políticas públicas, ya que toma en cuenta la efectividad de las decisiones con un enfoque en la reducción de daños, lo que representa un indiscutible cambio de paradigma en las respuestas al uso de drogas.