Teherán. Irán acusó ayer a Estados Unidos de atizar las tensiones en Medio Oriente, un día después de que el presidente estadunidense, Joe Biden, concluyó su gira por la región. En una alusión a Irán, Biden declaró ante una audiencia de líderes árabes que Estados Unidos no “tolerará que un país intente dominar a otro en la región mediante la acumulación militar, la incursión y/o las amenazas”.
Washington, “al intentar crear tensiones en la región, ha recurrido una vez más a la política de la iranofobia y ha fracasado”, reaccionó el portavoz de Asuntos Exteriores iraní, Naser Kanani, en un comunicado. “Estas falsas acusaciones están en consonancia con la política de agitación de Washington [...] en la región”, agregó.
Biden declaró además que Estados Unidos “no se irá” de Medio Oriente dejando “un vacío que podrían llenar China, Rusia o Irán”.
Varios líderes árabes y Biden celebraron una reunión antier en Yedá, Arabia Saudita, tras la cual anunciaron que reforzarán la capa-cidad conjunta de disuasión “contra la creciente amenaza” que suponen los aparatos aéreos no tripulados, una probable referencia a Irán, que el viernes presentó buques capaces de transportar drones.
En Israel, Biden firmó, durante su gira, una asociación táctica contra Teherán, creando así un frente común contra Irán para garantizar que “nunca” se dote de armas nucleares. Kanani calificó el pacto como “una gran muestra de la hipocresía” de Washington al “hacer la vista gorda ante el régimen sionista, (...) principal poseedor de armas nucleares en la región”.
Kamal Kharazi, jefe del Consejo Estratégico de Relaciones Exteriores de Irán, declaró ayer a la cadena de televisión Al Jazeera: “Poseemos la técnica para desarrollar armas nucleares, pero no tenemos la decisión de hacerlo”.
Por otra parte, Emiratos Árabes Unidos sentenció al ex abogado del asesinado periodista saudita Jamal Khashoggi, Asim Ghafoor, a tres años de cárcel por lavado de dinero y evasión fiscal.