Decenas de familiares de las víctimas de la matanza de La Cantuta, en 1992, se reunieron este fin de semana en el monumento El Ojo que Llora, en Lima, Perú, para exigir justicia. Esta masacre, junto con otra conocida como de Barrios Altos, hace 30 años, fueron obra del Grupo Colina, destacamento militar integrado por especialistas en inteligencia que perpetraron otros crímenes. El monumento recuerda a los muertos y desapa-recidos durante el conflicto en Perú. Foto Afp