Madrid. Organizaciones civiles salieron ayer a las calles de las principales ciudades británicas para protestar contra la deportación a Ruanda de migrantes y solicitantes de asilo.
“¡Refugiados, bienvenidos!”, corearon los asistentes en Cambridge, Cardiff, Coventry, Leeds, Mánchester, Óxford o Sheffield, informó la ONG Care4Calais.
Las imágenes difundidas en redes sociales muestran concentraciones en el Centro de Retirada de Inmigración Casa Brook, junto al Aeropuerto Internacional de Gatwick, y ante el Centro de Retirada de Inmigración de Colnbrook, junto al Aeropuerto Internacional de Heathrow.
“Sabemos que hay mucha gente en contra del plan brutal de Ruanda y estamos encantados de ver a muchos de ellos haciendo que se escuche hoy su voz”, apuntó la directora de Care4Calais, Clare Moseley.
“Hemos visto de cerca el costo humano de encerrar a la gente y decirles que serán enviados a Ruanda, desde intentos de suicidio a huelgas de hambre”, explicó. “Ahora tenemos seis semanas para mostrar al gobierno que este plan cruel no es lo que quiere la gente de Reino Unido”, añadió.
Estas manifestaciones forman parte de la campaña #StopRwanda del Congreso de Sindicatos, Care4Calais y En Pie Frente al Racismo. Está respaldada por 11 sindicatos, incluido el de Servicios Públicos y Comerciales, que representa a más de 80 por ciento del personal de la Fuerza Fronteriza, y organizaciones de defensa de los derechos de los inmigrantes.
La ministra del Interior, Priti Patel, presentó en abril el proyecto “pionero” para deportar a migrantes que hayan llegado ilegalmente al territorio británico a Ruanda, donde ofrecen gestionar su solicitud de asilo.
El primer vuelo de deportaciones estaba previsto para junio, pero un recurso judicial impidió que se consumara. Care4Calais y Acción Detención, impulsoras del recurso, han anunciado que se celebrará la deportación hasta septiembre.
El primer ministro británico, Boris Johnson, se encuentra en funciones, pero todos los candidatos a sucederle en septiembre han declarado su intención de respetar el programa de deportaciones a Ruanda.
Amnistía Internacional llamó recientemente al gobierno británico a “no destinar tantos recursos judiciales y públicos a aplicar esta política atroz” y en vez de ello dar cabida a la diáspora de manera regulada.