La oficina de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU-DH) expresó ayer su preocupación por el aumento de la violencia en la capital de Haití y dijo que al menos han muerto o resultado heridas 234 personas del 8 al 12 de julio en enfrentamientos entre bandas rivales sólo en el distrito de Cité Soleil, la localidad más pobre del área metropolitana de la capital, Puerto Príncipe.
El reporte se conoció horas después de que el Consejo de Seguridad aprobó por unanimidad una resolución, impulsada por México y Estados Unidos, que renovó el mandato de una oficina de la organización en la nación caribeña y pide a todos los países que detengan la transferencia de armas pequeñas, armas ligeras y municiones. Las agencias humanitarias de la ONU dijeron que estaban listas para ayudar a las comunidades en conflicto una vez que sea seguro.
“De enero a finales de junio, hemos documentado 934 asesinatos, 684 heridos y 680 secuestros en la capital”, indicó Jeremy Laurence, vocero de la oficina. Además, “del 8 al 12 de julio, al menos 234 personas más murieron o resultaron heridas en la violencia relacionada con pandillas en el área de Cité Soleil”.
Más víctimas mortales
Destacó que la mayoría de las víctimas “no estaban directamente involucradas en pandillas”, sino que fueron atacadas por ellas.
Laurence llamó a las bandas a que detengan la violencia, al tiempo que instó a las autoridades haitianas a garantizar que los derechos humanos fundamentales sean prioridad en sus respuestas a la crisis. “La lucha contra la impunidad y la violencia sexual, junto con el fortalecimiento de patrullajes y la denuncia de derechos humanos, deben seguir siendo una prioridad”, agregó.
La ONU ha estado involucrada en Haití de manera intermitente desde 1990, y su más reciente misión de mantenimiento de la paz en el país fue de 2004 a 2017.
La misión política ahora asesora al gobierno sobre estabilidad política y buen gobierno.
El vicealcalde del distrito de Cité Soleil, en Puerto Príncipe, explicó que los enfrentamientos comenzaron el viernes 8 entre pandillas rivales conocidas como G9 y G-Pep, mientras que la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras señaló que miles de personas se encontraban atrapadas en este distrito sin posibilidad de acceder a medicamentos, alimentos o agua y su vida corre peligro.