Diablos Rojos ganó la serie 2-1 contra Bravos de León al vencer 13 a 8 en el tercer juego en el estadio Alfredo Harp Helú de la Ciudad de México. Con otro contundente trabajo ofensivo con jonrones de Jesús Fabela, Michael Wing, Roberto Ramos y Juan Carlos Gamboa.
Diablos tenía prisa y aprovechó las horas de sol antes de que las nubes amenazaran el juego. En los primeros cuatro innings los toleteros atacaron sin dejar de timbrar. Una vez en el primer rollo, luego dos en el segundo, pero en el tercero se cebaron con un rally de seis y tres veces más en el cuarto capítulo. El colofón fue una rayita más en el octavo.
Atacaron no sólo con cuadrangulares emocionantes, también colocaron batazos al cuadro, aprovecharon los errores de los nerviosos Bravos que fildeaban mal y lanzaban errados. De la voluntad y la confusión, los Pingos sacaron ventaja.
El pítcher abridor de los Rojos, Arturo López, se apuntó una victoria que no estuvo exenta de momentos críticos. Si bien pudo salir con la mano en alto no fue sólo por su trabajo sólido en la loma, sino también por esa defensiva bien coordinada que respaldó al hombre en el montículo. Con bases ocupadas, el serpentinero ponchó a Adalberto Carrillo para cumplir con cinco entradas en los que recibió siete imparables, cinco carreras y un jonrón. Pero gracias a ese turno llegó a 676 chocolates en la Liga Mexicana, para quedar en el puesto siete en la historia de los Pingos.