Miles de bomberos luchaban ayer sin cuartel contra las llamas en Francia y la península Ibérica, donde las sofocantes temperaturas no daban tregua, y ocasionaron ya una muerte y cientos de personas evacuadas mientras Reino Unido estaba en alerta roja ante el miedo de superar por primera vez los 40 grados la próxima semana. En la región española suroccidental de Extremadura, fronteriza con Portugal, donde miles de hectáreas ardieron en estos días, un fuego amenazaba al parque nacional de Monfragüe, zona natural protegida por su biodiversidad. Según Protección Civil portuguesa, se reporta un fallecido y unos 60 heridos.
Desde comienzos de este año, han ardido un poco más de 30 mil hectáreas en Portugal, la cifra más elevada desde 2017, año en que las llamas causaron un centenar de decesos.