Tras su detención en el municipio de Choix, Sinaloa, durante un operativo de fuerzas federales, Rafael Caro Quintero será entregado en las próximas horas en extradición a autoridades de Estados Unidos, señalaron autoridades del Ministerio Público Federal luego de que el capo perdiera en tribunales los amparos solicitados contra su entrega a la justicia estadounidense.
Funcionarios federales confirmaron la detención del capo sinaloense, por quién las autoridades de Estados Unidos ofrecen una recompensa de cinco millones de dólares y en territorio mexicano le falta cumplir una sentencia por el homicidio del agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar.
La Secretaría de Marina Armada de México informó que la captura de Caro Quintero “derivó de trabajos de campo y gabinete, realizados desde su liberación en 2013, lo que permitió la ubicación de citada persona en el municipio de San Simón (Choix), Sinaloa, quien era buscada por las autoridades de seguridad del gobierno mexicano, contando con dos órdenes de aprehensión en su contra, así como con una orden de extradición a Estados Unidos.
“En este contexto, se informa que citado objetivo fue localizado entre matorrales por un elemento canino de esta institución, de nombre `Max', cuyo adiestramiento de búsqueda y rescate permitió su ubicación, habiendo sido puesto a disposición de la FGR para la integración de la carpeta de investigación correspondiente”.
En mayo de 2021, un tribunal colegiado confirmó que Rafael Caro Quintero puede ser extraditado a los Estados Unidos, luego de que éste interpusiera diversos recursos contra su entrega a la justicia estadunidense.
Caro Quintero fue detenido en un operativo en el municipio de Choix, Sinaloa, esto en hechos ocurridos ayer. Inicialmente se había señalado que su aprehensión ocurrió en el municipio de Guachochi, Chihuahua.
Caro Quintero fue liberado el 9 de agosto de 2013 debido a un amparo que argumentaba errores en el procedimiento judicial, sentencia que luego fue revertida por la propia Suprema Corte de Justicia de la Nación, quien ordenó su reaprehensión.
Desde entonces, el fundador del Cartel de Guadalajara se encontraba prófugo y el gobierno estadunidense ofrecía una recompensa de 20 millones de dólares por su captura, pues lo señala como directo responsable del asesinato de Enrique Camarena, agente de la DEA.
Días después de su liberación, con base en una solicitud enviada por el gobierno de Estados Unidos, un juez federal libró una nueva orden de localización y detención contra Caro Quintero, esta vez con fines de extradición.
Desde agosto de 2013 Caro Quintero se convirtió nuevamente en uno de los capos más buscados por las autoridades mexicanas, mientras que para el gobierno de Estados Unidos durante más de 30 años no ha cejado en su pretensión de que el ex líder del cártel de Jalisco sea puesto a disposición de una corte en California, Estados Unidos, y sea juzgado por diversos delitos.
Para el 2013 Caro Quintero recuperó su libertad tras 28 años de prisión, aunque estaba condenado a 40.
De acuerdo con el tratado de extradición firmado entre México y Estados Unidos, una vez que Caro Quintero sea detenido, el gobierno de aquel país tendrá 60 días para formalizar su solicitud de extradición.
Asimismo, deberá entregar al juez que autorizó la aprehensión un expediente en el cual constarán los delitos que se le imputan y las pruebas que posee la autoridad que lo solicita.
Un juez mexicano deberá iniciar un proceso para determinar si es procedente la extradición, para lo que deberá revisar que no haya sido juzgado en territorio nacional por los delitos por los que es solicitado, y que no se le impongan castigos que incluyan cadena perpetua o pena de muerte.
Caro Quintero se convirtió en uno de los delincuentes más buscados por Estados Unidos luego de ser acusado de participar, en 1985, como uno de los autores intelectuales y materiales del homicidio de Camarena Salazar, elemento de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), que operaba en la zona norte de México.
Camarena Salazar, originario de Baja California, México, se convirtió en agente encubierto de la DEA, y con apoyo de Alfredo Zavala, piloto aviador que trabajaba para la Secretaría de Agricultura, descubrió el rancho El Búfalo, en el estado de Chihuahua, que tenía una extensión de mil hectáreas y en el que laboraban más de 700 jornaleros y se almacenaban más de 10 mil toneladas de mariguana.
Ese hallazgo provocó que los líderes del cártel de Guadalajara, organización en la cual Caro Quintero era uno de los jefes, ordenaran –según las investigaciones de la época– que el agente de la DEA y el piloto fueran privados de la libertad por los narcotraficantes, torturados y asesinados en la ciudad de Guadalajara, en febrero de 1985; sus cadáveres fueron descubiertos un mes después en el poblado de La Angostura, en Michoacán.
Caro Quintero huyó a Costa Rica, donde fue detenido en abril de 1985; desde entonces estuvo en prisión y se le iniciaron seis procedimientos penales.
La manera en que obtuvo su libertad se debió a que tribunales federales, con sede en Jalisco, sobreseyeron cuatro de los procesos penales contra el capo; es decir, dejaron sin efecto las sentencias impuestas en los juicios por delitos contra la salud y por los homicidios de cuatro personas, entre ellos los de Camarena Salazar y Alfredo Zavala, al considerar que había sido juzgado por una autoridad incompetente.
En otra de las causas se le absolvió, y en la sexta se le condenó a 15 años, y como ya había pasado más tiempo en prisión, salió libre del Reclusorio Preventivo Estatal, en Puente Grande, Jalisco.
Su caso se resolvió en el mismo tribunal que durante 15 años le concedió amparos directos que lograron llevarlo de cárceles de alta seguridad a una de mediana, resoluciones que también allanaron el camino para su liberación.