La plataforma regional para el avance en la producción de vacunas y otras tecnologías sanitarias para el covid-19 en las Américas, lanzada hace un año por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), puede transformar la manera en que la región desarrolla productos y tecnologías médicas, incluidas las vacunas, destacó el organismo multinacional, tras recordar que tiene como objetivo formar y apoyar a empresas locales en la utilización de la tecnología de vacunas de ARN mensajero.
Hasta ahora, Sinergium Biotech de Argentina y el Instituto de Inmunobiología Bio-Manguinhos de Brasil participan en esta iniciativa. La primera fase se centrará en fortalecer la investigación y el desarrollo en América Latina y el Caribe, en particular en el área de desarrollo de vacunas de ARN mensajero. La segunda, se centra en el desarrollo de un sólido sistema de regulación regional para garantizar que las nuevas herramientas médicas sean seguras y eficaces.
Para la tercera fase, la OPS está trabajando con socios regionales e internacionales en la creación de una hoja de ruta para mejorar la producción de tecnologías sanitarias en las Américas, que incluye una alianza con la Unión Europea.
Sin embargo, el organismo de Naciones Unidas advierte que la mejora de la capacidad de producción por sí sola “no es suficiente para garantizar el acceso” y subrayó que los mecanismos de adquisición conjunta de la OPS, como el Fondo Rotatorio, serán fundamentales para garantizar que las vacunas y otras tecnologías estén al alcance de todos en la región.
En mayo pasado, la OPS lanzó la convocatoria para la creación de un comité asesor de la plataforma compuesto por expertos en múltiples disciplinas, entre ellas políticas de salud, ciencia y tecnología, inmunología e ingeniería de producción.
Como parte de las acciones para consolidar la plataforma y generar información para la toma de decisiones, la OPS realiza varios estudios. En siete países de la región (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México y Perú) se desarrolla un estudio para identificar y analizar políticas sectoriales relacionadas con la producción de medicamentos, vacunas y otras tecnologías sanitarias.
Además, se lleva a cabo un estudio de casos sobre experiencias y lecciones aprendidas sobre la cadena de suministro durante la pandemia en 12 países (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Guatemala, Haití, Jamaica, México, Paraguay y Suriname).
También se realizarán estudios sobre cadenas de valor regionales de productos biológicos, medicamentos de síntesis química, dispositivos médicos y equipos de protección personal, cuyos resultados se esperan para fines de este año.