En México la resistencia en los territorios, que ha sido contra el extractivismo (como la minería o las grandes presas) realizado por las empresas, ahora también es ante grupos del crimen organizado, ya que hay regiones controladas por ellos y son los encargados de desaparecer a los defensores de la región. “Se enfrentan violencias, no sólo de la economía formal, sino de las que son de la delincuencia organizada”, sostuvo Yacotzin Bravo, investigadora sobre derecho de los pueblos indígenas.

Esto dijo durante el foro virtual Defensa de nuestro territorio: experiencias de la región de México y Norte de Centroamérica convocada por Alianza Américas, en el que también se presentaron experiencias de El Salvador y Honduras.

La investigadora se refirió a que en lo que va del actual gobierno federal, hay características en las que el extractivismo se ha agudizado más, “hay dos grandes megaproyectos que ya fueron pensados antes por gobiernos conservadores, el Corredor (transístmico) Interoceánico y el Tren Maya, que se desarrollan en el sureste del país, donde hay más biodiversidad y se encuentran las entidades más pobres y marginales”.

Agregó que estos proyectos han sido bandera del gobierno, han detonado conflictivos, división en las comunidades y una gran presencia del ejército, un actor más en la administración y construcción de los megaproyectos, están en los estados donde ha habido mayor militarización frente a la resistencia indígena, están los casos del movimiento zapatista en Chiapas y el magisterial en Oaxaca.

Mencionó que hay desacreditación de los líderes indígenas, de las organizaciones que acompañan los movimientos, “se da una criminalización más sofisticada hacia el que resiste y defiende su territorio, incluidas las organizaciones de derechos humanos”.

A su vez, Carolina Amaya de la Unidad Ecológica de El Salvador, explicó que el territorio tiene baja disponibilidad de agua, “hay una disputa por quién usa y controla el agua”. La industria cañera, amplia en el país, genera las mayores afectaciones y “ahora con las falsas soluciones al cambio climático se presenta como alternativa”.