Buenos Aires. Las principales asociaciones rurales de Argentina dispusieron ayer un cese de comercialización de granos y ganado de 24 horas en protesta contra las políticas económicas del gobierno del presidente Alberto Fernández, con el que mantienen una larga enemistad.
La protesta no afectó los embarques en los puertos del área de Rosario, uno de los mayores polos agroexportadores del mundo, ya que suelen contar con reservas suficientes de granos para cargar en los buques y éstas sólo se ven afectadas cuando las protestas duran varios días seguidos.
Ayer ingresaron a los puertos de Rosario 4 mil 13 camiones, según la empresa de logística agrícola Agroentregas, frente a los 4 mil 73 del martes.
En medio de la larga crisis financiera que atraviesa Argentina, los agricultores consideran que la presión impositiva que sufren es demasiado alta y denuncian que el gobierno pretende subir la tasa a las exportaciones agrícolas.
Las exportaciones de trigo y de maíz son gravadas en 12 por ciento, mientras las de la soya y sus derivados tienen un impuesto de 33 por ciento. Los exportadores trasladan el costo de las tasas al precio que reciben los agricultores por su mercancía.
“Sufrimos la falta de combustible y la imposibilidad de comprar insumos por las restricciones a dólares. Además, eso se conjuga con la presión tributaria y la falta de financiamiento”, explicó a Reuters Carlos Achetoni, presidente de la Federación Agraria Argentina, una de las entidades que convocaron a la huelga.
En Argentina ha habido semanas de protestas por parte de transportistas por la falta de combustible o por el aumento de precios, en momentos de un alto tránsito a los puertos, ya que la recolección del maíz está avanzada y la de soya terminó recientemente.
Argentina es el principal exportador mundial de aceite y harina de soya, y el segundo de maíz.
A lo largo del país los productores realizaron asambleas y manifestaciones, con un acto central en la provincia de Entre Ríos, dijo Achetoni.
“Es una situación de incertidumbre muy fuerte, producto de que no tenemos reglas claras para seguir produciendo”, agregó.
La semana pasada, el banco central mejoró las condiciones para la importación de fertilizantes luego de las restricciones que había establecido anteriormente a las importaciones ante la escasez de divisas que sufre el país, que ahonda las turbulencias económicas y financieras.
“No estamos de acuerdo con este paro”, dijo a periodistas el jefe de Gabinete, Juan Manzur, al ingresar a la casa de gobierno. “Siempre hemos privilegiado el diálogo, acercar posiciones”.
El sector rural mantiene una tensión histórica con los gobiernos peronistas como el de Fernández.