El euro rompió el nivel de un dólar por primera vez en dos décadas, al caer a 0.9998 dólares, antes de recuperarse y cotizar a 1.0061. Es el peor nivel de la moneda del continente desde diciembre de 2002. La situación podría empeorar si el shock de los precios de la energía desencadenado por el conflicto en Ucrania lleva al bloque a una larga crisis económica.
Esto ocurre cuando aumenta en los mercados el temor de una recesión económica en Europa, en un contexto de alta inflación y creciente incertidumbre sobre la continuidad en el suministro de gas ruso.
Atrás quedaron los años en que el euro era tan fuerte (1.6 veces el dólar durante la crisis financiera mundial de 2008) que muchos europeos iban de vacaciones a Estados Unidos por los bajos precios en hoteles y comida, y volvían a casa con las maletas llenas de productos electrónicos y ropa. Pero ahora la situación es completamente distinta, con Europa sufriendo las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania y la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de mantener las tasas de interés.
Así, existe inquietud frente a la posibilidad de que esta crisis cause una recesión de consecuencias insospechadas, una sombra que se intensificó el lunes ante la reducción del suministro de gas ruso y la preocupación de que la inflación siga aumentando.
De acuerdo con analistas, la moneda comunitaria ha perdido terreno frente a la divisa estadunidense desde 2021, pero se acentuó tras la intervención de Rusia en Ucrania, teniendo en cuenta el escaso crecimiento económico en la zona euro y un banco central menos restrictivo, lo que ha provocado, además, desconfianza en el euro.