En los últimos 20 años los terrenos de conservación de la Ciudad de México absorbieron cerca de 100 mil 606 nuevos hogares, cuyos integrantes encontraron en esos predios una oportunidad para instalarse y desarrollarse, indica un informe sobre asentamientos irregulares que el Instituto del Planeación Democrática y Prospectiva presentó al Congreso capitalino.
De acuerdo con el documento, se calcula la existencia de 891 complejos en los que hay construcciones anómalas en la capital, los cuales ocupan un total de 3 mil 138.5 hectáreas de suelo de conservación.
Asimismo, se tienen contabilizadas un total de 402 mil 429 personas que cohabitan en estas zonas en condiciones semiurbanas, principalmente en las alcaldías Tlalpan, Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta, aunque también en menor medida en Iztapalapa y Gustavo A. Madero.
Del total de hectáreas que abarcan esos terrenos, se considera que mil 510 están consolidadas, es decir, la construcción de casas se ha hecho con materiales duraderos, además de que cuentan con servicios básicos de agua y luz, los cuales los pobladores obtienen de manera informal, por ejemplo, por medio de diablitos conectados en postes regulares de áreas urbanas cercanas o mangueras clandestinas adheridas a tomas o tanques de agua. Se ha detectado incluso la quema de basura como parte de la gestión de residuos sólidos.
Al ubicarse principalmente en zonas altas, donde son comunes los escurrimientos naturales en época de lluvias, se calcula que 85 por ciento de esos levantamientos –unos 728– están expuestos a algún tipo de fenómeno de alto riesgo, como inundaciones, hundimientos, deslizamientos de laderas o incendios, los cuales se ubican en su mayoría en las alcaldías Xochimilco y Tlalpan.
Para controlar y atender los asentamientos humanos irregulares en suelo de conservación, el instituto presentó una estrategia que va desde la creación de un programa para que brigadas impidan los usos no compatibles con ese tipo de terrenos que incluya sanciones económicas, reubicaciones y realización de desalojos y demoliciones ante invasiones o construcciones de reciente creación.