Madrid. En mitad de una de las peores crisis de las últimas décadas, con la inflación por encima de 10 por ciento, con los índices de la pobreza en cotas históricas y con miles de empresas pequeñas y medianas al borde de la quiebra, el presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, anunció una serie de medidas económicas y fiscales para aumentar la recaudación del Estado y así poder distribuir ese dinero en políticas sociales.
Entre las iniciativas anunciadas destaca un nuevo impuesto a las multinacionales energéticas, que se aplicará sobre “los beneficios extraordinarios” que están obteniendo en medio de esta crisis internacional provocada en gran parte por la guerra en Ucrania y por la especulación en el mercado mayorista de los grandes operadores de la energía.
El gobierno español, integrado por la coalición del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Unidas Podemos (UP), no ha logrado detener el aumento sin control de la inflación, impulsada por la espiral de precios de la electricidad y de la energía. Las medidas adoptadas hasta ahora no han tenido el resultado esperado, sobre todo tras el reconocimiento de la Unión Europea (UE) de lo que llamaron la “excepcionalidad ibérica”, que permitió poner un tope al precio del gas y así intentar evitar que siguiera en su escalada alcista.
Sin embargo, ayer el precio de la electricidad cotizó por encima de los 300 euros el megavatio hora (MWh), seis veces más que hace sólo año y medio.
Ante esta situación, que provoca, además de un aumento de la pobreza energética, el riesgo de cierre de miles de empresas, el presidente Sánchez compareció en el Congreso de los Diputados en el marco del Debate del estado de la nación, que es algo parecido a un informe de gobierno. Y ahí anunció que se aprobará de forma inminente un impuesto “excepcional”, que estará en vigor durante 2023 y 2024 y que “afectará a los beneficios extraordinarios obtenidos en 2022 y 2023 por los grupos dominantes del sector eléctrico, gasista y petrolero”.
Ademas, el gobierno español impulsará otro impuesto excepcional y temporal a grandes entidades financieras “que ya se están beneficiando de las subidas del tipo de interés” en el mercado común europeo y con el que pretende recaudar alrededor de mil 500 millones de euros (31 mil 380 millones de pesos) al año.
Recaudará 7 mil mde
En total, con ambos impuestos extraordinarios, el Estado español prevé recaudar 3 mil 500 millones de euros (73 mil 221 millones de pesos) anuales durante dos años, lo que se traduce en un total para las arcas públicas de alrededor de 7 mil millones de euros (146 mil 443 millones de pesos).
Tras dar a conocer el paquete de medidas, todas las multinacionales energéticas y las principales entidades financieras se desplomaron en el mercado bursátil.