Entre imitar y personificar a una figura pública hay una gran diferencia. Al menos, de eso está convencido Héctor Ortiz, quien desde hace ya casi 40 años se dedica a recrear algo de la “magia” que Elvis Presley ofrecía a su público en los escenarios, motivo por el que se ganó el reconocimiento del mundo y el apodo El rey del rock.
“Creo que lo más importante de Elvis ya no es tanto parecerse ni los movimientos, parte importantísima del personaje; lo principal es la voz. Y entonces me di cuenta de que podía imitarla bastante cerca, tanto hablada como cantada, y pues me fui metiendo en el personaje”, contó Ortiz en entrevista, quien hace alrededor de ocho años fue nombrado por la BBC el mejor personificador latinoamericano del cantante estadunidense.
El concepto de Ortiz proviene de la manera en que los imitadores son vistos en México. “Se confunde el ser personificador y el ser imitador. Pienso que imitar tiene que tener un cierto chiste, como hacerlo con humor, como parodiado; a mí no me gusta. Yo lo hago con un respeto increíble, porque creo que es un gran personaje, y mientras más me meto en la vida de Elvis más crece la imagen que yo tengo de él: de gran hombre”, explicó el mexicano.
Héctor, sin embargo, no siempre deseó seguir los pasos de Presley. Fue en 1983 cuando el también actor y cantante tuvo que representar al faraón en la puesta en escena de José el soñador, y seguir el estilo del intérprete por primera vez. “La canción estaba en español, realmente no era cantar un tema de Elvis; y en cuanto terminó la obra yo decidí armar un show tributo, y recorrí toda la República”, recordó.
Más tarde, se mudó a Estados Unidos, y dejó de interpretar a Presley durante un tiempo. En 1989 volvió a México, y desde entonces no ha vuelto a dejar a su personaje. La preparación también ha sido constante, al punto de que el mexicano no ha dejado de ver conciertos, películas o consultar biografías para empaparse de información sobre El rey del rock.
“Creo que dentro del entretenimiento es uno de los más interesantes”, estima el personificador. Para lograr un buen trabajo, procura sobre todo la voz, pues ahí donde radica la principal característica del cantante que hizo de temas como Mentes suspicaces, El rock de la cárcel y No puedo evitar enamorarme, grandes clásicos de la música popular en el mundo. “Elvis nunca perdió su voz, que fue su característica. Tú oías una canción y decías: ‘ese es Elvis’. Era inconfundible”, señaló.
Uno de los desafíos
Mantener el nivel interpretativo ha sido uno de los desafíos más grandes de Héctor. “Elvis cantaba lo que quería, como lo quería”, indicó. Pero ver grabaciones de los conciertos de Presley, ha ayudado mucho al personificador mexicano. “Donde se ve a Elvis en su elemento, el único momento en que el hombre era feliz y completo es el escenario. De ahí es de donde uno debe tomar para hacerle un tributo musical. Sus momentos de grandeza son en el foro”, sostuvo.
Aunque Héctor también ha consultado materiales como biografías, considera que no existe libro que pueda reflejar a la persona que fue Presley.
“El libro que sería la verdad no existe, porque él tendría que haberlo escrito. Esa verdad histórica de Elvis no existe porque él nunca hizo su biografía”.
A pesar de ello, el mexicano ha notado ciertos matices en la personalidad del ícono estadunidense. “Se da uno cuenta de que Elvis es muy diferente a la imagen que la gente tiene de un tipo sangrón, como pesado, y no. Era una persona muy dadivosa, muy amable, muy respetuosa, sobre todo de la gente mayor, como con sus padres”, explicó.
Para el personificador, la figura de Elvis continúa siendo muy recordada porque “impactó tanto al mundo de muchas maneras. Elvis, quizá sin quererlo, cambió la sociedad, empezando por la estadunidense; de ahí se esparció a nivel mundial: cómo se vestía, se peinaba y cantaba. De repente toda una generación quería parecerse a Elvis”, aseguró Ortiz.
Así que cada vez que el mexicano vuelve a su papel más importante, ocurren diversas cosas. Al “cruzar la línea del camerino al escenario, momento me convierto en Elvis”, describió. “Entonces ahí utilizo todas las herramientas que he tenido como actor de doblaje, de teatro, como cantante, actor y personificador. Utilizo todas esas experiencias para que mi personaje sea creíble”.
A 45 años del fallecimiento de Elvis Presley, Héctor Ortiz ofrecerá un concierto con Big Band para honrar la memoria del cantante. “Ya pasó más tiempo del que él vivió, fueron 42 años”, señaló el mexicano. Él era único, el primero dentro de la historia del rock. Nadie ha hecho lo que él en el escenario, siempre fue diferente a todos, y el espíritu que ponía en sus canciones, el alma que les imprimía, hasta la fecha sigue siendo maravilloso”, concluyó.
El concierto Elvis Big Band Tour by Héctor Ortiz se ofrecerá el 17 de agosto a las 20:30 horas en Lunario del Auditorio Nacional.