La plataforma electrónica Pirateca –autodefinida como “una biblioteca pública de libros escaneados”, la cual funciona mediante descargas gratuitas en formato PDF– denunció que es blanco de una presunta “campaña de persecución” que tiene como fin censurar sus contenidos y castigar a las personas que operan el sitio web.

En un comunicado emitido el sábado en sus redes sociales, señaló como responsables de esas acciones a la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI) y “otras instituciones que representan los intereses de los dueños de los grandes capitales de la industria editorial y no de los autores, como ellos falazmente vociferan”.

Sostuvo que esa campaña es “más grave aún”, ya que esas instancias, a su decir, pretenden “bloquear el acceso a los archivos digitales de las bibliotecas públicas, para ponerlos al servicio de las ganancias de los ya millonarios capitalistas de la industria editorial”.

Según la página de Internet –cuyo leitmotiv es pelear por el acceso libre y gratuito a los libros–, durante la segunda semana de junio el IMPI emprendió un operativo simultáneo en varias librerías independientes de México en medio de “amenazas, intimidaciones e interrogaciones que buscaban dar con las identidades de quienes operan el sitio web pirateca.com”.

Asimismo, indicó que a petición de ese mismo instituto la empresa mexicana Megacable Comunicaciones supuestamente “ha comenzado a bloquear el dominio pirateca.com, de manera que las personas que tienen a esta empresa como proveedor de Internet ya no pueden acceder al sitio de Pirateca”.

Agregó que Facebook, también a instancias del IMPI, “ha eliminado todas las publicaciones de los usuarios que contenían enlaces directos a pirateca.com, además de impedir cualquier publicación nueva que contenga ‘pirateca.com’ dentro del texto”.

La plataforma electrónica situó como contexto de todo lo anterior, por un lado, a la resolución que dio la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) el pasado 22 de junio a los amparos en contra de la Ley General de Bibliotecas, donde se estableció que para el denominado depósito legal ahora los titulares de los derechos de autor deben autorizar previamente la consulta pública de las obras en resguardo, “ponderando así los intereses económicos por encima del acceso libre a la cultura”.

Por otro lado, añadió, en abril pasado hubo señalamientos del presidente de la Caniem en los que, además de advertir de posibles acciones legales en contra de ese sitio web, señaló que pretende “corregir” la Ley General de Bibliotecas “con el afán de restringir el acceso a los libros digitales”.

Para Pirateca resulta “muy preocupante” la mencionada resolución de la SCJN, porque abre la puerta a que haya cada vez más restricciones al acceso libre al conocimiento.

Tras admitir que desconoce cuál será el desenlace de esta historia y asegurar que el proyecto “no va a dejar de existir pronto”, que resistirá hasta donde sea posible, dicha página en línea desestimó la presunta campaña de persecución y censura emprendida en su contra.

“Aunque quienes nos persiguen obtuvieran un nombre, nosotros decimos: Pirateca es una idea, una forma de vivir los afectos, una forma de hacer amigos. Por eso nos gusta creer que cada vez que alguien piratee un libro, priorice el amor por sus amigos, o cada que se oponga cualquier pequeño gesto a las lógicas depredadoras del capital, allí habrá un germen de Pirateca”, concluyó el comunicado y, a manera de posdata, la página anunció su nueva cuenta en Twitter: @P1ratec4 y que puso al sitio en la red Tor para evadir los bloqueos que los proveedores de Internet puedan imponer.