En 2016, a un mes de las elecciones generales de España, diversas casas encuestadoras mostraban en segundo lugar de preferencias a la coalición Unidos Podemos (https://bit.ly/3RpE54c), integrada por Izquierda Unida y Podemos, el joven y sorprendente partido que iba rebasando al anquilosado Socialista Obrero Español.
El avance de una izquierda no atenazada por el sistema fue frenado por diversas vías, entre ellas la profusión de artículos editoriales y mesas de análisis en medios electrónicos que acusaban a Podemos y a su dirigente, Pablo Iglesias, de estar alineados con el chavismo, el castrismo y otros ismos generadores de alejamiento electoral en España (entre similares comicios de diciembre de 2015 a los de junio de 2016, Podemos perdió un millón de votos).
Ahora se ha sabido que en campaña contra el ascenso de Podemos se difundió, a sabiendas de su precariedad, una fabricación desde sótanos del poder contra Pablo Iglesias, supuestamente receptor de fondos del gobierno de Venezuela a través de una cuenta a su nombre en el paraíso fiscal de Euro Pacific Bank, con sede en Kingstown, capital de la isla caribeña de San Vicente y las Granadinas.
Según la “revelación” hecha en el Ok Diario (www.okdiario.com), dirigido por Eduardo Inda, acusado con insistencia de ser un profesional de la mentira mediática, “Pablo Iglesias cobró en 2014 y sólo dos meses después de la fundación de Podemos 272 mil 325 dólares del régimen de Nicolás Maduro por ‘asesorías para el desarrollo social en el país’, según consta en la documentación a la (que) ha accedido Ok Diario”. “Cuatro altos mandos de Maduro firmaron el pago”, remachaba tal medio (https://bit.ly/3c79fwY).
La historia fue retomada como cierta por el poderoso corporativo Atresmedia (Antena Tres y La Sexta, en televisión; Onda Cero, en radio, como principales marcas del conglomerado), a través del conductor estelar del programa Al Rojo Vivo, Antonio García Ferreras, director del área editorial y de informativos de La Sexta. En diversos programas informativos, tertulias y mesas de discusión (de distintos medios españoles) se asentó la versión como cierta. García Farreras ofreció a Pablo Iglesias la oportunidad de responder al aire sobre la acusación, que tajantemente negó.
Ahora se sabe que el propio García Farreras supo que la información tenía una confección, por decirlo así, “burda” y un origen situado en la Dirección Adjunta Operativa de la Policía Nacional, con colaboración de fuentes de la DEA estadunidense.
El escándalo se ha precipitado al filtrarse una grabación de audio en la que el citado García Farreras y el ex comisario del Cuerpo Nacional de Policía, acompañados de otros personajes, reconocen la factura insostenible de la “noticia” contra Iglesias. El policía Villarejo: “...¿sabes lo que pasa? Que (el periodista) Eduardo (Inda) yo le presenté en su día a Pino (el director policiaco adjunto) y a toda esta gente (“los tíos de la DEA”) y tal. Pero se lo he dicho muchas veces, Eduardo, no te fíes de esta gente. Esta gente no, o sea, no son…”. A lo que García Farreras añadió y reconoció: “Yo le dije: ‘Eduardo, esto es muy serio, yo voy con ello, pero esto es muy delicado y es demasiado burdo’” (https://bit.ly/3Iz5gFF).
Iglesias, Podemos y buena parte de la sociedad española han denunciado de manera contundente estas cloacas mediáticas que allá, como en otros países, México entre ellos, sufre las fabricaciones “periodísticas” para frenar opciones políticas y electorales contrarias a los poderes confabulados.
Presidentes latinoamericanos, entre ellos López Obrador, han condenado este episodio español, que forma parte de las campañas de desestabilización desde los medios, que no siempre se pueden probar, como ahora con Villarejo y Farreras, pero son claramente perceptibles.
Y mientras hoy se reúnen los presidentes López Obrador y Biden, con los migrantes como tema relevante, ¡hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero