A la llegada de Luis Echeverría Álvarez a la presidencia, estallan centenares de conflictos sociales en todo el país. Una tras otra se suceden huelgas obreras, tomas de tierras, ocupaciones de predios urbanos y protestas estudiantiles. El descontento popular desde abajo se encuentra con miles de jóvenes rebeldes que fueron al encuentro del pueblo.
Hace 50 años, el 10 de julio de 1972, en diversos lugares del México obrero y campesino, aparece el número 1 de La Causa del Pueblo. En ella se dio cuenta de esta inusitada efervescencia social. Impresa en el Distrito Federal, autobuses foráneos y coches particulares lograron que los lectores destino tuvieran su ejemplar de cuatro páginas.
De los 20 números, sólo éste tuvo editorial: “La intención de este periódico es ser un órgano de información de los movimientos populares. Se trata pues, de hacer correr las verdades, que no son nuestras, que son las verdades de una lucha enorme. Se trata de contar las experiencias del pueblo. Queremos no sólo informar, sino enlazar, comunicar experiencias, cooperar a la unidad de la lucha popular, dejar constancia de nuestros triunfos y de nuestros fracasos. Pero esto sólo se logrará en la medida en que tales movimientos hablen por sí mismos: ponemos este periódico en sus manos para que en él se expresen y a través de él se conozcan. Éste es nuestro compromiso”. Fueron 20 números de reportajes con texto sencillo. Sus fuentes eran luchadores que no pocas veces redactaron la nota periodística. El número 1, abordó siete luchas, del acontecer que iba del DF a Guerrero, Oaxaca y Morelos. Narraban conflictos de colonos, ferrocarrileros del MSF, carteros, bancarios, electricistas, obreros textiles y de campesinos que luchaban contra el ejército mexicano, charrismo grande y chico, instituciones, banqueros, prensa nacional y local. Eran una radiografía de lo acontecido durante el gobierno de Luis Echeverría Álvarez (LEA). Se contó el apriori y el ahora del Guerrero violentado, lo ocurrido en Pedregal de Santo Domingo, en la sección 22 del STFRM, que en Morelos el líder textil le dice al derrotado don Fidel: si “ser comunista es defender derechos obreros entonces soy comunista”. Cuatro notitas de los electricistas democráticos del STERM, defender la huelga con la huelga misma.
La clave, seguir logros, derrotas de viejas luchas, el surgir de nuevas: Ganan los carteros o el chihuahuense Frente de Defensa anuncia que el Tribunal del Pueblo recibirá pruebas contra el régimen. En Colima, el charrito empistolado no pudo con el STERM. Hartos desde 63, en Tlaxcala campesinos toman tierras; el ejército mata a uno en desalojo. Los obreros del Sindicato Flores Magón ganan la huelga en Hilos Cadena. Un jornalero de la caña dirige carta a ejidatarios. Cuatro mil obreros de Volkswagen joden intento charro. En carta a LEA, campesinos totonacas de Zacatlán exigen justicia, desde 1955, en Monte de Chila. 800 colonos de Neza dicen: señor Presidente, su palabra es ley, Hank G. es enemigo.
El 17 de junio intentan quitar víveres a la Normal Rural de Tiripetío. La escuela, en manos estudiantiles sin luz ni comida, un paterfamilia dijo a la “reforma educativa” de SEP que en 69 mandó al ejército: ¡Detengamos a quien desea acabar las Normales Rurales! Suspende CFE a dirigente del STERM de Acapulco por insultos a la autoridad. Carta de todos los obreros: a ver si suspenden a toda la sección. Los 30 miembros del STERM Tlaxcala recibieron apoyo de electricistas de seis secciones más. Asesinan a Joel Arriaga en Puebla.
El país bajo la represión bestial y polimorfa del “izquierdista” LEA. La resistían en Culiacán, Oaxaca, Durango, Veracruz, los campesinos, colonos, panaderos, mineros. No cedían los del STERM. Ejemplares de La causa... se leen en voz alta, se reparten en otros lugares.
El 15 de julio de 1973 salió el número 20 de ese periódico. Reportea el triunfo electrizante en Puebla; que el ejército asesina a un maestro en Tlapa, Guerrero; publica la carta de las trabajadoras de TELSA, que luchan por su sindicato, al igual las trabajadoras de la ropa en Durango y Guanajuato; el trabajo colectivo la colonia Rubén Jaramillo, la huelga minera en Chihuahua. En otra nota se exige que liberen a ocho presos políticos en Juchitán, Oaxaca.
Lo que no pudo la libertad de prensa de Echeverría, lo logra don dinero. Por esto y razones estratégicas, el 22 de septiembre de 73 surge el número 1 de Trabajadores en lucha, unión de La Causa, Compañeros y El Obrero Insurgente, cuyos logos iban junto al nuevo. Tengo el número seis y último de El Obrero Insurgente, agosto de 73, donde dicen: Felicitamos a los compañeros de La Causa del Pueblo por su primer aniversario.
Las publicaciones de izquierda iban desde los de Punto Crítico a El Martillo, esta última consagrada a Chihuahua, mucho más radical.
El homónimo francés de La Causa, fue La Cause du Peuple, que desde el número 20, 1º de mayo de 1970, hasta el 39, 1º de mayo 1971, fue dirigida por Jean-Paul Sartre. Desde ese medio, de Gaulle dijo: “No se mete a Voltaire en prisión”. El contenido y estructura diferían, no así en las aspiraciones.
LEA 1970: Mientras los más humildes no alcancen niveles decorosos, el programa seguirá en pie de lucha. El pueblo me ha ordenado que el poder nunca sea cómplice de la explotación. En 1976, último año de la demagogia populista seudo izquierdista, dijo: “sólo perdura la potestad del pueblo”.
Bitácora de la resistencia y memorial de agravios durante el periodo echeverrista, La Causa del Pueblo debe ser rescatada por alguna hemeroteca experta. En sus páginas están los testimonios del porqué Echeverría Álvarez no tuvo paz a lo largo de su sexenio, ni la tendrá jamás.
* Doctor en ingeniería de procesos; 28 años en la UNAM. Autor de Pierden la sonrisa