Ciudad de México. El Sindicato Minero cumple hoy 88 años, orgulloso de su pasado histórico, de haber participado en las principales luchas sociales y obreras del país y de seguir comprometido en la batalla por la justicia laboral, la democracia y la libertad sindical, así como con la exigencia de que se resuelvan las huelgas en Cananea, Taxco y Sombrerete.
“No cualquiera llega a 88 años sano, fuerte y unido después de haber enfrentado a los empresarios más ricos del país y a los tres gobiernos anteriores, sobre todo los de Fox y Calderón, que utilizaron todo su poder para tratar de acabar con nosotros”, comentó el dirigente nacional de ese gremio, Napoleón Gómez Urrutia.
En entrevista con La Jornada, resaltó que muchos han sido los retos y escollos que ha debido vencer el Sindicato Minero en estas casi nueve décadas de existencia, desde el 11 de julio de 1934, cuando cerca de 26 organizaciones se unificaron e integraron el Sindicato Industrial de Trabajadores Mineros y Metalúrgicos, en un acto realizado en el teatro Bartolomé de Medina, de Pachuca, Hidalgo,
La agrupación que después se convertiría “en nuestro actual Sindicato de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Siderúrgicos de la República Mexicana, centrado en lograr salarios dignos, prestaciones justas y condiciones de seguridad que impidan accidentes mortales en esa actividad industrial que sigue siendo una de las de más alto riesgo, así como el respeto al medio ambiente.
Es una pelea constante, que incluye también el respeto al medio ambiente, dijo, porque a la mayoría de los empresarios mineros sólo les interesa obtener las mayores ganancias sin importar la salud ni la vida de los mineros que son los que producen la riqueza.
El senador Gómez Urrutia expuso que la situación fue particularmente difícil al final del sexenio del panista Vicente Fox y durante los seis años de Felipe Calderón, “los que en complicidad con Grupo México, de Germán Feliciano Larrea, acudió a todo tipo de ataques, campañas sucias y procesos judiciales amañados para liquidar al sindicato y a sus dirigentes.
“El intento fracasó por la férrea unidad y la valentía de los mineros” y una estrategia que propició la solidaridad internacional.
El Sindicato Minero ha crecido, tiene ya más de 70 secciones, ha ganado recuentos y con ellos la titularidad de varios contratos colectivos, entre ellos el de los trabajadores de la mina Cosalá, en Sinaloa, pese a la oposición férrea de la empresa canadiense Americas Gold and Silver, que prefería a la CTM; lo mismo ocurrió con Teksid Hierro, ubicada en Frontera, Coahuila.
La renuencia de las compañías es porque la CTM y otras centrales les garantizaban mano de obra barata y nulas condiciones de seguridad, recalcó Gómez Urrutia, y precisó que en el Sindicato Minero han logrado incrementos salariales este año por arriba de 8 por ciento más prestaciones. “Tenemos entre 10 y 12 por ciento y qué bueno, porque estamos protegiendo de la inflación el salario real de los trabajadores”.
Sin embargo, recalcó, uno de los pendientes más relevantes son las huelgas en Cananea, Taxco, Guerrero y Sombrerete, Zacatecas, que el próximo 30 de julio cumplen 15 años, las más largas de la historia sindical, “que no se han resuelto por la arrogancia y la intransigencia de Larrea”.
En este aniversario, “que quede constancia de que los mineros seguimos luchando y no nos vamos a cansar hasta que se haga justicia”, advirtió. El senador de Morena hizo notar que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador tiene elementos suficientes para obligar a Larrea a asumir su responsabilidad y resolver el conflicto y dejar de violar los derechos humanos y laborales de los trabajadores de las tres minas. “Ni Grupo México ni ninguna otra empresa puede permanecer en la impunidad”.
El acto masivo para celebrar los 88 años de vida del Sindicato Minero se canceló debido al nuevo brote de covid-19. Sin embargo, habrá ceremonias en cada sección y Gómez Urrutia grabó un video en el que refrendó que todos han contribuido a “hacer de nuestro gremio uno de los mejores de México y del mundo entero. Con una estructura sólida, con una unidad a toda prueba, con una lealtad de los valientes mineros, como se les reconoce en el mundo.
“Hoy puedo decir que estamos en la cúspide del movimiento obrero en México, que somos una organización de la cual todos nos debemos sentir orgullosos no sólo por nuestro pasado, sino por nuestro presente y futuro.”