Las exequias del ex presidente Luis Echeverría Álvarez concluyeron con el traslado de sus restos desde Gayosso Lomas Memorial al Panteón Español, donde finalmente fue cremado y sus cenizas fueron entregadas a sus familiares.

En el trayecto no hubo cortejo, sino sólo dos acompañantes, pocos para un personaje central entre las décadas de los años 60 (cuando fungió como secretario de Gobernación) y en los 70 en los que fue el presidente en un sexenio caracterizado por la guerra sucia, la desaparición y asesinato de quienes radicalizaron su lucha contra el Estado.

Alrededor de las 8:10 horas, la carroza salió de la funeraria rumbo al Panteón Español. Sólo una camioneta blanca propiedad de la funeraria se dirigió detrás de la carroza al sitio donde se cremaría el cuerpo de Echeverría.

A su llegada, descendieron dos personas, quienes dijeron ser amigos el ex mandatario, para complementar el trámite. Pese a la insistencia de los medios de comunicación, declinaron hacer comentarios “por no estar autorizados por la familia para hablar”, pues sólo estaban auxiliándola en estos últimos momentos de Echeverría.