Madrid. La empresa estadunidense Uber logró penetrar en las principales ciudades de todo el mundo gracias a una estrategia que pasaba por incumplir leyes, engañar y hacer lobby en las más altas esferas, según una filtración del Consorcio Internacional de Periodistas deInvestigación.
Los más de 124 mil documentos que componen los Uber Files dejan al descubierto las prácticas éticamente cuestionables de la compañía, que dirigía Travis Kalanick, y pasaban por cortejar a primeros ministros, presidentes, multimillonarios, oligarcas y magnates de los medios de comunicación.
Los documentos filtrados están fechados entre 2013 y 2017 e incluyen comunicaciones entre Kalanick con sus directivos.
Uno de ellos reconoce que se comportan como “piratas” y en otro documento filtrado dice que “simplemente somos jodidamente ilegales”.
Hay 40 países afectados por los documentos reunidos por el diario The Guardian que compartió ayer con 180 periodistas de 29 naciones.
En respuesta, desde Uber se señaló: “no hemos puesto ni pondremos excusas por los comportamientos pasados que claramente no son coherentes con nuestros valores actuales (…) Pedimos que nos juzguen por lo que hemos hecho en los últimos cinco años y por lo que haremos en los próximos meses.”
Acuerdo secreto entre la empresa y Macron
Entre lo más destacado de los documentos se detalla una conversación entre Kalanick y el actual presidente francés, Emmanuel Macron, entonces ministro de Economía (2014-2016), que revela que ayudó a la empresa en secreto para penetrar en Francia facilitando el acceso a altos funcionarios y rescribiendo leyes.
Macron menciona incluso que la empresa tenía un “acuerdo” secreto con sus rivales dentro del gobierno francés.
El diario Le Monde concluyó que existía un “acuerdo” secreto entre Uber France y Macron, con reuniones en el despacho del ministro y numerosos intercambios (reuniones, llamadas o SMS) entre los equipos de la multinacional y Macron o sus asesores.
La investigación apunta a ciertas prácticas diseñadas para ayudar a Uber a consolidar su posición en Francia, como sugerir que la empresa presentase enmiendas “preparadas” a los diputados.
Cuestionada por la Afp, Uber France confirmó que hubo reuniones con el actual mandatario, pero que eran encuentros que “estaban dentro de sus responsabilidades como ministro de Economía y Asuntos Digitales que supervisa el sector VTC (vehículo de transporte con chofer)”.
El Elíseo indicó a la Afp que Macron, cuando era ministro de Economía, se vio “naturalmente llevado a discutir con muchas empresas implicadas en la profunda transformación de los servicios que se ha producido a lo largo de los años mencionados, que debía ser facilitada por la eliminación de ciertas barreras administrativas o reglamentarias”.
Diputados de la izquierda francesa denunciaron las relaciones entre Uber y Macron tras la filtración. Mathilde Panot, presidenta del grupo parlamentario de Francia Insumisa (izquierda radical), denunció en Twitter un “saqueo del país”.
Macron era a la vez “asesor y ministro de François Hollande y lobista de las multinacionales estadunidenses que pretenden desregular permanentemente la legislación laboral”, añadió.
El líder del Partido Comunista, Fabien Roussel, se refirió por su parte a “revelaciones abrumadoras sobre el papel activo desempeñado por Macron, entonces ministro, para facilitar el desarrollo de Uber en Francia”, “en contra de todas nuestras normas, de todos nuestros logros sociales y de los derechos de los trabajadores”.
Además de Macron, otros políticos que no eran tan receptivos eran claramente despreciados por los ejecutivos de Uber, según estas comunicaciones.
Así, el canciller alemán, Olaf Scholz, exigió un aumento de los salarios de los conductores cuando era alcalde de Hamburgo. “Es un auténtico payaso”, comentaron los dirigentes de la empresa.
Hasta el ahora presidente estadunidense, Joe Biden, fue despreciado por Kalanick, que comentó respecto a una reunión prevista entre ambos en el Foro Económico Mundial de Davos que “le he dicho a mi gente que le transmitan que cada minuto que llegue tarde es un minuto menos que estará conmigo”. Entonces Biden era el vicepresidente de Barack Obama y uno de los más firmes defensores de la empresa.