Ginebra. Un grupo con varios de los clubes de futbol más poderosos del mundo se enfrentará desde el lunes contra la UEFA, el ente organizador de la Liga de Campeones, una batalla legal que podría desembocar en el cambio más radical en Europa en más de 25 años.
El proyecto de la Superliga fracasó en su momento de lanzamiento hace 15 meses, pero la compañía formada por los 12 clubes rebeldes — ahora encabezados por Real Madrid, Barcelona y Juventus — llevaron el caso ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en Luxemburgo.
Jueces de 15 de los 27 estados miembros de la UEFA escucharán argumentos durante dos días, con la mayoría de esos gobiernos nacionales apoyando a la UEFA.
Los clubes acusan a la UEFA de supuestamente excederse en el control de las competiciones de futbol, lo cual quebranta la legislación europea.
La UEFA alega que es protectora del deporte en la sociedad europea al gestionar los torneos con una estructura de pirámide que asegura una competición abierta.
Es poco probable que el fallo sea emitido este año y no afectará a los equipos de la Superliga que competirán en los torneos de la UEFA desde septiembre. Diez se encuentran en la fase de grupos de la Liga de Campeones, mientras que Manchester United y Arsenal se clasificaron a la Liga Europa.
Se trata del fallo legal más anticipado desde el Caso Bosman en 1995. Ese fallo revolucionó el sistema de transferencias en el futbol, hizo disparar los salarios de las estrellas y eventualmente aceleró la brecha entre los clubes ricos y el resto.
Ahora, varios de esos mismos clubes que se beneficiaron de los ingresos y valorizaron sus marcas por jugar en la Champions quieren apartarse de la UEFA y poder organizar su propia competición, calcando el modelo de las ligas profesionales de Estados Unidos.
La Superliga
Desde la década de los 90, los clubes europeos han amenazado con nuevos torneos como método de meterle presión a la UEFA y forzar cambios en la Champions.
Esa estrategia abrió más plazas (ahora mismo Inglaterra, España, Italia y Alemania cuentan con cuatro plazas fijas cada uno), un reparto de premios que les beneficia sobre el resto y más partidos desde 2024, así como voz y peso en los torneos de la UEFA.
Ello no frenó que los 12 clubes lanzaran la Superliga europea al filo de la medianoche de un domingo de abril de 2021. Pero los seis ingleses, tres italianos y tres españoles no pudieron persuadir al Bayern Múnich o al Borussia Dortmund de Alemania o al Paris Saint-Germain — propiedad de Qatar — para sumarse a su rebelión.
El proyecto quebrantó el acuerdo de trabajo que la Asociación de Clubes de Europa firmó con la UEFA, así como el estatuto de la UEFA que prohíbe “grupos prohibidos” de clubes en un torneo no autorizado
La Superliga busca ser una competición con 20 equipos, jugando a lo largo de una temporada, haciéndole competencia a la Liga de Campeones. Se jugaría a media semana con la participación 15 equipos con un estatus permanente por ser socios fundadores y otros cinco que serán aceptados cada año.
El proyecto recibió el respaldo del banco JP Morgan con una inversión inicial de cuatro mil 80 millones de dólares. La Liga de Campeones actualmente reparte dos mil 40 millones de dólares en premios entre 32 clubes.