Budapest. Tres años después de haber rechazado combatir contra el israelí Sagi Muki, el judoca Saeid Mollaei, ex representante de Irán y nacionalizado azerbaiyano, se midió por fin a ese rival, ayer en el Grand Slam de Budapest. Mollaei (-81 kilogramos) se impuso por inmovilización en la tercera ronda del torneo y ambos, que se han hecho amigos, se dieron un abrazo. “Por primera vez en la historia de nuestro deporte, desde 1979, un hombre nacido en Irán y que defendió los colores de su país hasta proclamarse campeón del mundo, se midió a un israelí, también monarca del orbe”, declaró la Federación Internacional de la especialidad, que calificó el duelo de “combate por la libertad”.