Íntimo amigo de Carlos Monsiváis, a quien David Maciel invitaba cada año a dar una conferencia en universidades de nuestra frontera con Estados Unidos, David es el autor, entre otros libros, de El México de afuera: Historia del pueblo chicano. Doctor en Historia de la Universidad de California, Maciel tiene una maestría en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Arizona y una licenciatura en Antropología de la Universidad Estatal de California en San Diego. Recibió la beca Fulbright-García Robles como profesor distinguido en la UNAM en el año académico 2013-14. Actualmente es profesor emérito en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). A lo largo de sus años de academia se lo han disputado tres grandes instancias culturales: la Universidad de Nuevo México, la Universidad de Arizona y el Colegio de la Frontera Norte.
Cuando aún vivía Carlos Monsiváis, David Maciel venía a visitarlo cada año, ahora me visita a mí como su peor es nada y durante sus meses de investigación en México acude a dar cursos y conferencias en la Ciudad de México.
Especialista en el mundo chicano, es el autor de varios libros sobre un tema central en su vida. El mexicano del otro lado. Entre sus títulos se encuentran El bandolero, el pocho y la raza: imágenes cinematográficas del chicano, Mexico’s Cinema: A Century of Films and Filmmakers, El cine mexicano a través de la crítica, The Chicano Renaissance. Contemporary Cultural Trends y Culture across Borders. La larga lista de sus libros gira en torno a la inmigración mexicana en Estados Unidos y la cultura popular.
“Ante todo mi libro responde a inquietudes personales y profesionales que he tenido por décadas durante mis visitas a México. Me ha preocupado mucho la falta de cobertura y análisis sobre la población mexicana en Estados Unidos. Así es que asumí el reto de redactar este libro pionero que es una narrativa histórica desde la Colonia hasta el inicio de la administración Biden.
“Siendo hijo de padres mexicanos, nacido y radicado toda mi vida en Estados Unidos, he vivido plenamente la experiencia chicana. Por esta razón, escribir significa compartir una parte esencial de mi odisea personal; además, como he sido activista en innumerables acciones cívicas y culturales, me considero un observador participante en esta historia. A la vez, como profesor universitario, por más de cuatro décadas, el estudio de temas relacionados con mi comunidad (especialmente en el campo de la historia y la cultura) ha sido parte esencial de mi quehacer profesional y mi pasión más constante. Es claro para mí que la exhaustiva investigación y redacción de este libro es en gran medida una culminación de mi vida como maestro e investigador.”
–¿Las universidades de Estados Unidos tienen interés por los mexicano-estadunidenses?
–Quisiera destacar que en mi trayectoria académica he tenido la gran fortuna de ejercer la docencia y la investigación en universidades públicas de Texas (Universidad de Houston), Arizona (Universidad Estatal de Arizona y Universidad de Arizona), Nuevo México (Universidad de Nuevo México) y California (Universidad Estatal de San Diego, Universidad Estatal de California Domínguez Hills y la UCLA). Esto me ha permitido comprender que, aunque la experiencia chicana tiene muchos rasgos en común, existen importantes particularidades regionales que subrayo en El México de afuera.
“En la actualidad, la población chicana está compuesta por alrededor de 37 millones de personas, 70 por ciento de ellas (casi 26 millones) nacieron en Estados Unidos y el resto son inmigrantes (aproximadamente 11 millones) nacidos en México, de los cuales prácticamente la mitad tienen estancia legal, ya que son estadunidenses por naturalización o residentes legales, y la otra mitad son personas sin documentos.”
–¿Muchos mexicanos quieren seguir siéndolo o prefieren ser estadunidenses?
–Cabe destacar que la cifra de 37 millones se calcula con base en la declaración voluntaria de ser mexicano o de origen mexicano en respuesta a una pregunta del Censo de Estados Unidos.
“Alrededor de 50 por ciento se encuentran concentrados en los estados de California y Texas, y el resto, en el medio oeste y prácticamente en todos los demás estados. La comunidad de origen mexicano (los chicanos), además de ejercer una gran influencia en la sociedad estadunidense, tiene ahora un creciente número de nexos con México.
–Dos temas fundamentales sobresalen en mi libro. El primero se refiere a las múltiples campañas de despojo, racismo, discriminación y hasta violencia de la supremacía blanca de la que hemos sido víctimas desde la Guerra del 47 entre México y Estados Unidos. Paralelo a este tema está el de la resistencia a nivel económico, político y cultural, que ante todo refleja nuestra lucha por mantener nuestra mexicanidad, tradiciones, identidad y arraigo.
–¿De dónde proviene tu información?
–El libro se basa en una enorme cantidad de fuentes clásicas y contemporáneas, escritas en inglés y español. También de entrevistas con protagonistas de la historia chicana contemporánea. El lector encontrará un gran número de ilustraciones y tablas con datos estadísticos. Mi propósito último es ofrecer un desglose narrativo, pero a la vez interpretativo de la experiencia chicana.
–¿Cuál es el propósito de El México de afuera: Historia del pueblo chicano?
–Es doble. Ofrecer una síntesis histórica que no existía en español sobre la historia chicana, así como fomentar el interés de los investigadores, especialistas y público en general de México acerca del México de afuera.
“Por último, mencionaría que mi investigación es un esfuerzo de más de seis años y que estoy muy complacido por el interés y solidaridad que me brindó el Fondo de Cultura Económica.”