Kashihara. El presunto asesino del ex primer ministro japonés Shinzo Abe, identificado como Tetsuya Yamagami, un desempleado de 41 años que perteneció al ejército, usó un arma de fabricación casera, de acuerdo con reportes de la policía.
“El sospechoso declaró tener rencor hacia cierta organización, y confesó haber cometido el crimen porque creía que (…) Abe estaba vinculado con ella”, declaró la autoridad de seguridad pública de Nara.
El atacante usó un dispositivo casero con poder de fuego de unos 40 centímetros de longitud y 20 centímetros de altura y los agentes confiscaron otras armas similares y su computadora personal cuando allanaron su apartamento.
Abe, de 67 años, murió ayer unas cuatro horas después de sufrir un ataque en un acto de campaña política en Nara, al oeste de Japón.
Se trata del primer asesinato de un dirigente japonés en funciones o de un ex gobernante desde el intento de golpe de Estado de 1936, cuando fueron ultimados varios políticos, entre ellos dos ex primeros ministros. Japón es uno de los países más seguros del mundo y con unas de las leyes de control de armas más estrictas.
El atacante –un residente de Nara que en la década de 2000 sirvió en las Fuerzas de Autodefensa Marítimas de Japón durante tres años– fue detenido en el lugar sin que opusiera resistencia y declaró que llegó al lugar del atentado en tren.
La policía informó sobre la creación de un grupo especial para investigar el asesinato, compuesto por 90 efectivos bajo la dirección del jefe del departamento de casos penales.
El premier, Fumio Kishida, declaró “no tener palabras”, mientras el gobernante Partido Liberal Democrático, al que pertenecía el político asesinado y del que fue líder, aseguró que continuará con las elecciones legislativas del domingo.
Nacido el 21 de septiembre de 1954, Shinzo Abe fue primer ministro de Japón de 2006 a 2007 y de 2012 a 2020. Abe era el mandatario japonés con más años en funciones al momento de renunciar en 2020.
Su primer periodo fue turbulento, acosado por escándalos y disputas, y terminó con su abrupta renuncia un año después. Se postuló nuevamente, y volvió a la jefatura de gobierno como un salvador en diciembre de 2012.
Golpeado por los efectos del tsunami en 2011 y el posterior desastre nuclear de Fukushima, Japón encontró en Abe una mano confiable.
Abe se dio a conocer en el extranjero por su estrategia de reactivación económica, conocida como los “abenomics”, lanzada a partir de 2012, en la que mezclaba flexibilización monetaria, una masiva reactivación presupuestaria y reformas estructurales.
Japón lloró ayer el asesinato de Abe, cuyo cuerpo ya fue trasladado a Tokio para las honras fúnebres.