El líder del campeonato de Fórmula 1, Max Verstappen, le dio a Red Bull la primera posición de arrancada para la carrera sprint de hoy en el Gran Premio de Austria, después de que los pilotos de Mercedes, Lewis Hamilton y George Russell, se estrellaron al final de la clasificación, y el mexicano Sergio Pérez, el otro piloto de la escudería anfitriona, se ubicó cuarto, detrás de los dos Ferrari de Charles Leclerc y Carlos Sainz, pero después fue sancionado y cayó hasta el sitio 13.
La Fórmula 1 llegó a Austria para celebrar la undécima ronda de la temporada y segunda del año con formato sprint, una carrera corta que determinará el orden de salida para el domingo.
En la práctica uno, Verstappen, cobijado por sus fans, se colocó primero tras vuelta de 1:06.302 minutos en el trazado de Spielberg, de 4.318 kilómetros. Checo Pérez, se ubicó cuarto en esa tanda a 537 milésimas del holandés.
Ya en la sesión calificada, Verstappen puso su Red Bull en la tercera plaza en la Q1, segundo en la Q2 y en la Q3 se llevó la pole con 1:04.984. Checo avanzó a esa tercera fase en cuarto sitio, pero sus vueltas fueron anuladas como infracción por salirse de los límites de pista en la Q2.
“Fue un día complicado, al entrar en la calificación las cosas no se sintieron muy bien, por lo que se necesita un poco de comprensión por nuestra parte y, con suerte, mañana podremos recuperarnos”, dijo el tapatío, quien marcha segundo en el campeonato.
“Es decepcionante perder el cuarto lugar, los límites de la pista son muy ajustados aquí esta temporada, pero es frustrante que al equipo no se le haya dicho que mi tiempo de vuelta se había eliminado durante la Q2. Tenemos el sprint mañana para recuperar terreno y una larga carrera por delante, debemos presionar fuerte para progresar y ponernos en una buena posición para el domingo”, anotó el mexicano, quien viene de remontar desde el fondo para terminar segundo en el Gran Premio de Reino Unido, el domingo anterior.
En tanto, la Fórmula 1 aprobó un aumento de su límite presupuestario anual de 140 millones de dólares por equipo para ayudar a soportar la carga de la inflación y el incremento de las facturas de energía y transporte.