Ciudad de México. Desorientación, rodeos y largas filas, aunque con tiempos de espera para abordar de no más de cuatro minutos en promedio, se observó esta mañana en el arranque del servicio emergente de apoyo por el cierre de la línea 1 del Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC) en la estación Tacubaya y con menos complicaciones en la terminal de Observatorio.
No pocas personas que descendían de los transportes procedentes del poniente se mostraban sorprendidos al encontrar los accesos del Metro a la línea 1 cerrados, donde un policía adscrito al STC los orientaba para llegar al punto para abordar el servicio emergente de autobuses de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP) o los accesos abiertos para las líneas 9 y 7 del Metro.
“Dijeron que iba a estar abierto”, reclamó Ana Rosa al uniformado quien le respondió: “nada más hoy y mañana, el lunes ya dará servicio hasta Pino Suárez”.
Procedente de Cuajimalpa y con rumbo a Insurgentes, comentó que sabía que iba a estar cerrada la línea pero sólo de Pantitlán a Salto del Agua.
Antes de las 6:00 de la mañana una larga fila de autobuses de la RTP esperaban sobre el carril izquierdo de Arquitecto Carlos Lazo, a un costado del mercado Gonzalo Peña, rodeando Arquitecto Luis Ruíz y avenida Observatorio. Una vez que inició el servicio inclusive antes de la hora programada la llegada de unidades es continua.
Usuarios afectados por el cierre de la línea 1 del Metro de la Ciudad de México abordan una unidad de la RTP en Observatorio. Foto María Luisa Severiano.
El mayor problema a esa hora lo vivieron las personas que se dirigían a Observatorio, a los que el personal de apoyo de las Secretarías de Movilidad (Setravi) y de Seguridad Ciudadana (SSC) en el punto de salida de los autobuses hacia Pino Suárez, los enviaban a dos puntos distintos.
Uno sobre Arquitecto Luis Ruíz, a unos 150 metros, donde el mayor obstáculo es cruzar la vialidad por una falla en el semáforo que parpadea permanentemente en rojo y el tráfico no se detiene, el otro, más distante, a unos 360 metros, rodeando por la calle Castellanos Quinto para llegar a la avenida Observatorio y continuar hasta el cruce con avenida Jalisco, después de cruzar dos puentes peatonales, uno deprimido y otro elevado.
El operativo contó con apoyo de siete elementos de la Guardia Nacional y pasadas las 7:30 se observó la llegada de personal de diferentes áreas para reforzar el apoyo, tres del STC, siete del Instituto de Verificación Administrativa (Invea) y cuatro de Participación Ciudadana, ya con algunos altavoces, y más policías para agilizar el tránsito y resguardar el carril izquierdo confinado para el servicio emergente y el espacio para la fila de los usuarios.
No faltaron abusos de taxistas que hacen bases en ese Centro de Transferencia Modal (Cetram) de Tacubaya, que apagaron sus taxímetros y pusieron tarifa fija a sus destinos, así por ejemplo para un traslado a Observatorio, a ocho minutos de distancia —que a las 8:00 de la mañana marcaba un costo en servicios de plataforma de entre 30 y 36 pesos—, cobraban 50 pesos o 25 en colectivo por persona.
En Observatorio se observó a más de 40 personas en apoyo al operativo, entre Guardia Nacional, SSC, STC, Setravi, Invea y Participación Ciudadana para agilizar el abordaje a las unidades de la RTP y agilizar el tránsito.
Al igual que en Tacubaya, el tiempo promedio para abordar en Observatorio es de no más de cuatro minutos, sin embargo, los pasajeros que arriban a ese Cetram, para dirigirse a la Central de Autobuses Poniente, deben dar un largo rodeo, algunos con pesadas maletas, en un camino que se estrecha por la presencia de decenas de puestos de comercio.