Gran revuelo causó la investigación iniciada contra el ex presidente Enrique Peña Nieto: mientras legisladores de Morena descartaron matiz político detrás de las indagaciones, diputados priístas consideraron que puede ser una “cortina de humo” ante la situación económica.
El coordinador de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, pidió no estigmatizar como delincuente al ex mandatario hasta que el Ministerio Público, el fiscal y el juez tengan pruebas suficientes para condenarlo por presunto lavado de dinero.
El coordinador de Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda, demandó que las autoridades judiciales procesen el caso, en lugar de montar “un show mediático”.
Monreal agregó que se aleja “de cualquier intento de persecución contra el ex presidente de la República”, e insistió en que se debe esperar la carpeta de investigación, si es que lo hacen, y hasta en tanto hay que aplicar el principio de presunción de inocencia.
Castañeda comentó que “resulta muy sospechoso que en vísperas de la elección en el estado de México, la UIF dé a conocer que (Peña Nieto) es investigado por presunto lavado de dinero. En tanto, ningún senador del PRI se refirió a ese tema.
En San Lázaro, la diputada priísta Cynthia López Castro reprochó que si hay pruebas contra el ex mandatario las presenten, y si no las tienen, para qué lo acusan.
Estimó que detrás de las pesquisas puede existir la intención gubernamental de obligar al PRI a votar a favor de las iniciativas del Ejecutivo, o bien, puede ser una “cortina de humo” ante la situación económica. México amaneció con una inflación de 9 por ciento, una de las más pronunciadas, argumentó.
La diputada de Morena Cecilia Márquez Alkadef señaló que la investigación “es un acto derivado de una acción de privados, en el que se supone un manejo de recurso ilícito o evasión fiscal”, lo que descarta un matiz político.