En su declaración patrimonial presentada el 31 de mayo de 2018 ante la Secretaría de la Función Pública (SFP), el ex presidente Enrique Peña Nieto manifestó que sus ingresos en 2017 ascendieron a 3 millones 527 mil pesos, de los cuales 2.9 millones correspondían a su salario como presidente de la República, el más alto que ha tenido un mandatario en México.
En tanto, en su declaración de conclusión del cargo público, presentada el 4 de diciembre de 2018, el ex mandatario optó por no hacer públicos sus datos referentes a ingresos por actividades industriales, comerciales o financieras ni declaró poseer vehículos a su nombre.
Y si bien indicó los bienes muebles e inversiones que poseía, no hizo público el valor de ninguno de ellos.
En su primer informe patrimonial como titular del Ejecutivo, Peña Nieto asentó que en enero de 2013 su fortuna ascendía a 41.9 millones de pesos, entre propiedades, joyas, obras de artes, inversiones y otros bienes. Además, dijo poseer una casa con valor de 924 “viejos pesos” y dos terrenos valuados en 11 mil 847 “viejos pesos”.
Cinco años después, en el reporte de mayo de 2018, admitió poseer bienes inmuebles por 21 millones 433 mil 430 pesos, bienes muebles por 6 millones 900 mil pesos e inversiones por 22 millones 277 mil 967 pesos, que suman 50 millones 611 mil 379 pesos. Peña Nieto explicó entonces ante la SFP que recibió parte de sus propiedades como donativo o herencia de su padre y su madre.
Luego de dejar Los Pinos, en su reporte de conclusión de su cargo, el ex presidente señaló que no adquirió ni recibió en herencia o donativo ninguna propiedad entre 2012 y 2018.
Decidió no hacer público si adquirió o heredó bienes muebles, como joyas u obras de arte ni reveló el saldo de sus inversiones. Tampoco proporcionó información de adeudos a su nombre.