La competencia por la candidatura priísta al gobierno del estado de México se concentra en tres mujeres: Alejandra del Moral, Ana Lilia Herrera, Laura Barrera, además del diputado Ricardo Aguilar.
En el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se prevé que en los próximos seis meses se defina la propuesta más viable de su lado en la coalición Va por México. En ese convenio se ha estipulado que el partido que gobierne la entidad en disputa llevará mano en la propuesta.
La firma del acuerdo de coalición se firmará en diciembre y en febrero comenzarán las campañas internas fundadas en reglas claras.
De las tres aspirantes, Alejandra del Moral es considerada la más fuerte porque en tres oportunidades que ha dirigido el PRI en ese estado “ha aportado el triunfo con la gubernatura de Alfredo del Mazo y la recuperación de Toluca, Metepec, Tlalnepantla y Naucalpan, anteriormente gobernadas por Morena”, se dijo a este diario.
Ana Lilia Herrera, quien fue presidenta municipal de Metepec para después convertirse en secretaria de Educación en el gobierno estatal de Enrique Peña Nieto, fue acusada de no haber culminado sus estudios universitarios y de presentar una tesis fantasma. Ahora aspira por segunda ocasión a la candidatura del tricolor.
No obstante, enfrente tiene a la joven secretaria de Desarrollo Social, Alejandra del Moral, a quien los priístas consideran la opción “más fresca y preparada” porque, además de su grado académico en administración pública y política pública y su “capacidad de operación electoral”, tiene a su cargo el programa insignia del gobierno de Alfredo del Mazo, el Salario Rosa, que beneficia a más de 532 mil mujeres, como se reporta en información oficial de la entidad.
Mientras Ana Lilia Herrera, diputada federal, lleva más de un año externando su interés por ser candidata, tanto en foros del estado como en entrevistas con diversos medios, Alejandra del Moral recientemente hizo pública su aspiración de ser gobernadora.
En el CEN del PRI, se dijo a este diario, la balanza se inclina por Del Moral porque “quebraría el molde de la política tradicional y anquilosada; aportará no sólo su experiencia y un nuevo modelo al permitir a los jóvenes que contribuyan con su capacidad, en beneficio del estado de México”.