Sin largas filas transcurrió el segundo día de la semana en la que padres y tutores de niños de 10 años de edad acudieron a las 55 sedes de vacunación instaladas en la Ciudad de México en busca del biológico contra el covid. A diferencia del jueves pasado, en esta ocasión no hubo aglomeraciones y el tiempo para recibir la vacuna Pfizer pediátrica y de observación no superó la media hora.
A pesar de que desde antes de las ocho de la mañana estaban formados unos 40 niños afuera de la Clínica de Especialidades número 4, en la colonia San Rafael, alcaldía Cuauhtémoc, y de que la inmunización calendarizada para esta jornada incluye a los menores de 11 años que por alguna razón no se vacunaron la semana pasada, el abasto del biológico fue suficiente.
El subdirector de Epidemiología y Medicina Preventiva de la Jurisdicción Sanitaria en Cuauhtémoc, Víctor Santamaría Rodríguez, comentó que ante la quinta ola de contagios de covid “es muy oportuna la aplicación en este momento”, luego de que tiene conocimiento de que en algunos casos la enfermedad se presenta en varios miembros de la misma familia.
Señaló que la pregunta que más hacen los menores es: “¿Me va a doler?”, a los que le sugiere no ver la aguja y tomar de la mano a sus papás o tutores.
María, de 10 años y quien cursa el cuarto año de primaria, llegó acompañada de su papá Víctor, y momentos antes de recibir el biológico cerró los ojos y exclamó: “¡No quiero ver!” Momentos después comentó que se sentía “más tranquila”.
Recordó que hace más de un mes padeció la enfermedad, que al principio pensó que tenía en la garganta un pelo de su gato Gastón, pero era covid; en tanto, su papá expresó sentirse contento de que los padres de familia lleven a los menores a vacunarse y no generen movimientos antivacunas en la capital.