A fin de verificar las condiciones de potabilización del agua que se emplea para contrarrestar la crisis de escasez que se presenta en la zona metropolitana de Monterrey, el presidente Andrés Manuel López Obrador indicó que pedirá información a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y al gobierno de Nuevo León con el propósito de que el recurso que llegue a los ciudadanos sea apto para el uso y consumo humano.

Así respondió el mandatario ayer en la mañanera a pregunta expresa sobre posible contaminación con metales pesados en el suministro; a la par, declaró que el apoyo que están dando algunas de las 63 empresas concesionarias contra la escasez es insuficiente, por lo que se podrían tomar otras medidas, aunque no especificó.

En otro tema, aseveró que el Tren Maya se inaugurará en tiempo, en diciembre del año próximo. “Es un asunto de Estado. No es posible que un grupo de intereses creados, corruptos, le causen daño al pueblo y a la nación, porque se trata de presupuesto público. Imagínense lo que se está perdiendo cada día que pasa. Sí, vamos a terminar”, remarcó tres días después de inaugurar la refinería Olmeca. Sobre la problemática de falta de agua en la capital neoleonesa, el titular del Ejecutivo federal indicó que este martes acudirá a la conferencia mañanera el titular de Conagua, Germán Arturo Martínez Santoyo, para exponer lo que se ha alcanzado hasta ahora y aclarar “si existe control de la potabilización del agua”.

Refirió que necesita confirmar si ya se ha implementado otra estrategia: aportar para uso doméstico parte del agua de riego que se emplea para la zona de cítricos.

Al referirse a los ataques a sus obras emblema, aseguró que los conservadores “no tienen la nobleza” para reconocer que (la obras) avanzan, como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, la refinería Olmeca y el Tren Maya.

Se cumplirán las obras emblema

En el caso del proyecto ferroviario, cuestionó que en más de mil 500 kilómetros que correrá, sólo se ha dado problema en 100 kilómetros: “que casualidad que es donde están los intereses económicos, en el tramo Cancún-Tulum (…) El propósito es que quedemos mal, que no podamos inaugurarlo el próximo año”.

De la refinería Olmeca, reconoció que el proyecto aumentó su costo –de 8 a 12 mil millones de dólares– debido a impuestos y obras complementarias; sin embargo, acotó, de iniciarse la obra hoy costaría 25 mil millones de dólares y no se tendría a tiempo, ahora “cuando más se necesita”.

Remarcó que, a diferencia de Felipe Calderón que prometió una refinería en Tula, Hidalgo, y sólo construyó una barda a un precio estratosférico y generó una elevada deuda, en este sexenio “sí hay diferencia” al concretar la de Dos Bocas, en Paraíso, Tabasco.