Londres. Manifestantes bloquearon ayer las principales autopistas de Gran Bretaña como protesta por el aumento del precio de la gasolina, ocasionado a raíz del conflicto en Ucrania.
Cientos de camiones, furgonetas, automóviles y tractores en Inglaterra, Gales y Escocia cerraron el paso en las carreteras desde la mañana, en el marco de una serie de protestas extendidas a ciudades como Yorkshire y Shropshire.
Doce personas fueron detenidas por sospechas de delitos contra el orden público después de que una manifestación impidiera el paso en el puente Príncipe de Gales, donde la autopista M4 cruza el río Severn, informó el periódico The Guardian.
Las supervías en el área de Bristol, Devon, Cornwall, el sur de Gales, Essex, Yorkshire y Lincolnshire se encuentran entre las afectadas. Dos tractores causaron largas filas de vehículos en Aberdeen al conducir, de forma deliberada y en protesta, lentamente uno al lado del otro a lo largo de la vialidad.
Otra queja masiva tuvo lugar en una estación de servicio en Shepton Mallet, Somerset.
La protesta llega en pleno descontento por el aumento de los precios del gas y la gasolina, cuyo litro gira en torno a las dos libras (unos 2.4 dólares). Por otra parte, los depósitos de gas en Alemania estarán vacíos dentro de un par de meses sin nuevos suministros de gas ruso, alertó Klaus Müller, presidente de la Agencia Federal de Redes de Alemania.
Los depósitos de gas en Alemania están a 60 por ciento de su capacidad. El gobierno de esa nación tiene la intención de elevar este nivel hasta 90 por ciento para el primero de noviembre.
En lo que va del año, Rusia redujo 60 por ciento el suministro a través del gasoducto submarino Nord Stream 1 y planea someterlo a un mantenimiento reglamentario el 11 de julio, lo que obliga a Alemania a pagar precios más elevados por el combustible en el mercado al contado, así como a plantearse la reapertura de sus plantas de carbón.
Las principales entidades financieras alemanas, como Deutsche Bank, expresaron su preocupación por los riesgos a los que se enfrenta la mayor economía de Europa, a medida que aumenta la inquietud por una inminente crisis de hidrocarburos y la inflación en 8 por ciento.
En África, el aumento global de los precios de combustibles fósiles también tiene su impacto. Conductores de autobuses paralizaron la capital de Mozambique, Maputo, en protesta contra la subida récord del precio de los carburantes.
Los conductores exigieron que se les permita incrementar las tarifas de su servicio, indicó Jornal de Notícias. El diésel subió 11 por ciento y la gasolina 4.4 por ciento el pasado 2 de julio.