Ciudad de México. El país debe dirigir recursos que permitan atraer inversiones en el contexto del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), pues de esa forma seguirá en el juego, señaló Kenneth Smith, ex Jefe de la Negociación Técnica del pacto comercial.

Al participar en las Juntas Binacionales organizadas por la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), el ex funcionario comentó que la nación vecina está invirtiendo 50 mil millones de dólares para atraer fabricantes de semiconductores, monto que no debe replicar México, pero debe darse cuenta de que no “puede aplicar una política de austeridad a rajatabla si es que queremos jugar en las grandes ligas en sectores del futuro”.

Comentó que con miras a la revisión que debe darse al T-MEC en 2026, comentó que es necesario que México cumpla sus compromisos adquiridos en el pacto comercial.

Mencionó que uno de los beneficios del tratado es la certidumbre que brinda a largo plazo, es decir, cuando las empresas deciden en dónde invertir toman decisiones que abarcan 10, 15 o 20 años.

“México que se presenta como un país abierto un país que tiene 14 tratados con 50 países en ese sentido tenemos que cumplir con todo los rubros de nuestros compromisos internacionales”, dijo.

“Eso es lo que nos da credibilidad internacional y saber que si localizas en México vas a tener mejores oportunidades de que tu negocio prospere”, dijo.

César Remis, jefe de la Oficina para la implementación del T-MEC, señaló que “México ha probado ser un aliado confiable de los Estados Unidos. Esto lo demostramos durante la pandemia cuando al principio en las primeras semanas que se vieron interrumpidas las cadenas de suministro, los tres países trabajamos en coordinación con Estados Unidos, alineamos progresivamente las mercancías esenciales y así aseguramos el flujo de alimentos y productos médico en nuestra región”.

Anotó que el año pasado México y Estados Unidos intercambiaron bienes con más de 661 mil millones de dólares.

“Es tan profunda y compleja que hoy 85 por ciento de los flujos comerciales entre México y Estados Unidos cruzan por tierra”, apuntó.

En ese sentido, consideró que no se puede permitir que un asunto tan prioritario para las economías de ambas naciones “se politicen cómo lamentablemente ha sucedido en Texas con las inspecciones ordenadas por el gobernador Abbott, que claramente no están en línea con el espíritu del T-MEC”.

Mencionó que México y Estados Unidos comparten una plataforma productiva de clase mundial que establece las bases para el desarrollo de las industria del futuro, por lo que el gobierno de México está convencido de qué construir cadenas de suministro resistentes a las crisis debe hacerse desde una perspectiva regional, que tome ventaja de la plataforma productiva e impulsar la recuperación económica.

Por su parte, Larry Rubin, presidente de la American Society, consideró que México sigue siendo muy atractivo para la inversión, pero ha dejado de aprovechar oportunidades, sobre todo en materia energética.

“Un tema en particular que hoy no se está explotando es el tema de la energía, sabemos que el presidente López Obrador considera esta industria como estratégica, pero la única forma para desarrollarlo al futuro es de la mano de iniciativa privada nacional y extranjera”.

“Creo que esta oportunidad del sector energético para México no debe desaprovechar porque generará una cantidad importante de fuentes empleo bien remunerado e igualmente de inversión”, dijo.