Recién publicada por el Inegi, la macrocuenta de oferta y demanda al primer trimestre indica que ambos factores totalizaron en cifras anualizadas 39.703 billones de pesos, y tuvieron un aumento real de 2.9% respecto al primer trimestre de 2021, crecimiento que aun siendo positivo no logra recuperar los decrecimientos de -1.3 y -3.1% registrados en 2020 y 2021 (Gráfico 1).

De la oferta, la producción nacional de bienes y servicios (PIB) sólo creció 1.8%, mientras las importaciones (oferta externa) crecieron 5.8% y ya representan 30.4% de la oferta y 43.6% del PIB.

De la demanda, el consumo total registró una importante recuperación al crecer 6.2% y superar en términos reales (pesos constantes) a los niveles prepandemia (Gráfico 3); la inversión fija bruta, asimismo, creció 5.6% pero aún está muy por abajo de sus niveles prepandemia (Gráfico 5); y las exportaciones (consumo externo) aumentaron un relevante 10.1% a montos superiores a los previos a la pandemia.

Del consumo, el privado muestra una vigorosa recuperación de 7.2%, mientras el gubernamental sólo crece un austero 0.8% (Gráfico 2). Del consumo privado, el de bienes y servicios nacionales creció 7.8%, y el de importados 15.7%, al doble.

De la inversión fija (formación bruta de capital fijo), su exigua recuperación (5.6%) apenas mejoró un poco su proporción en el producto interno bruto a 20.6% (Grafico 4), muy lejos del tercio necesario (como invierten Corea del Sur o Indonesia) y lejísimos del 43% de su producto interno bruto que invierte China y es razón clave de su éxito económico y social. La inversión privada creció 5.6% en el trimestre tras contracciones de -8.5 en 2020 y -6.3% en 2021, y la pública 5.3% tras años de decrecimiento. La inversión en construcción sólo creció 2.7, mientras que la relativa a maquinaria y equipo para la producción recuperó 9.5%.

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