Presionada nuevamente por los alimentos, la inflación en México podría sorprender con una aceleración anual en junio, según estiman analistas económicos.
El próximo jueves, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dará a conocer el dato de inflación a junio, el cual, según analistas económicos, rondaría en 8 por ciento anual.
Gabriel Casillas, economista en jefe para Latinoamérica de Barclays, prevé que la inflación general se sitúe en 0.83 por ciento mensual en junio y la subyacente, que excluye energía y agropecuarios, en 0.82 por ciento en junio con respecto a mayo, lo que confirmaría una inflación anual de 8 por ciento interanual, nivel no visto desde enero de 2001 (8.11 por ciento), y con la subyacente en 7.5 por ciento interanual.
De acuerdo con datos del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), la inflación general en mayo fue de 7.65 por ciento anual.
Casillas consideró que en Barclays se estima que la inflación en México alcanzará el máximo hasta agosto, en torno a 8.1 por ciento anual. “La persistencia de la inflación subyacente y las mayores presiones de los alimentos nos llevaron a revisar nuestra trayectoria de inflación y esperamos que termine este año en 7.2 por ciento interanual, frente a 6.8 por ciento interanual previo, mientras que la subyacente terminaría en 6.8 por ciento interanual, frente a 6.3 por ciento anterior.
Para Francisco Flores, director de Economía Nacional de Banorte, la dinámica de la inflación en el sexto mes del año estará caracterizada por presiones importantes en los alimentos –tanto procesados como frescos–, situación que ya se observó en los datos de la primera quincena de junio.
Los energéticos, precisó, habrían sido más estables, con una ligera contribución positiva. Por su parte, los servicios se acelerarían en el margen. Si su estimado se cumple, la inflación general subiría a 8.02 por ciento desde 7.65 por ciento el mes previo, su nivel más alto desde enero de 2001.
Además, este informe de inflación debería mostrar algunos aumentos en los servicios relacionados con el turismo al comenzar el verano y con un aumento de las tarifas de los autobuses públicos anunciado para la Ciudad de México, detalló Barclays.
Como ha sido en meses previos, los precios de los alimentos procesados serían más altos (1.3 por ciento), con evidencia de choques tras recientes anuncios en cuanto a ajustes en precios de refrescos y otras bebidas, así como en bienes con materias primas a base de granos, situación que se espera que se haya extendido a la segunda quincena de junio.
Por su parte, “otras mercancías” serían más moderadas, beneficiándose de la entrada de descuentos de verano en ropa y calzado en la segunda mitad.
Así, el próximo jueves “se tendrá el dato de inflación del mes de junio, que podría sorprender con una aceleración”, pronosticó Alejandra Marcos, directora de Análisis de Intercam Casa de Bolsa.