A partir de este año, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) hará uso de su Reserva de Operación para Contingencias y Financiamiento, con lo que solventará el déficit estimado de casi 18 mil millones de pesos. La medida -que también se aplicó en el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa hasta agotarla- continuará durante los siguientes años y hasta 2035, cuando el organismo prevé que se terminarán esos recursos.
En el Informe sobre la Situación Financiera y Actuarial 2021-2022, el instituto advierte que a partir de 2036 enfrentará una situación de déficit. Además de la utilización de reservas, que en 2022 ascienden a 150 mil millones de pesos, el organismo plantea diferentes opciones para resolverlo.
Entre otros, retoma el viejo proyecto de aumentar las cuotas obrero patronales en el Seguro de Enfermedades y Maternidad (SEM), el cual históricamente ha registrado déficit, así como en las aportaciones del Seguro de Gastos Médicos para Pensionados.
Entre los asuntos que son causa del riesgo financiero, el informe señala la carga económica que representan las enfermedades crónico degenerativas. Sólo para la atención de diabetes, hipertensión arterial e insuficiencia renal crónica se invierte 94 mil 547 millones de pesos, es decir, uno de cada 4 pesos de ingresos del SEM. Casi la mitad de ese monto es absorbido por la diabetes mellitus.
Señala que estos padecimientos provocan una alta demanda de servicios en las consultas externa, de especialidades, urgencias y en hospitalización, lo que puede agravarse si se mantiene la tendencia creciente en las tasas de incidencia y prevalencia.
De hecho, desde hace más de una década, la diabetes mellitus y la hipertensión arterial representan las principales causas de gasto médicos del IMSS. En 2021 se atendió a 3.1 millones de personas con diabetes, 4.8 millones con hipertensión arterial y 66 mil con insuficiencia renal crónica. En total 7.9 millones de pacientes, que representan 13.3 por ciento de la población adscrita a Unidades de Medicina Familiar.
Otros factores que inciden en las finanzas institucionales son los decretos y programas que amplían la cobertura de los servicios médicos con financiamiento federal. El problema es que los recursos obtenidos por esta vía son menores a lo que invierte el Seguro Social en la atención de los beneficiarios. Menciona el caso del Seguro Facultativo para 7.3 millones de estudiantes. En 2021, el IMSS recibió 4 mil 259 millones de pesos pero destinó 6 mil 795 millones, mayormente en servicios de hospitalización.
En el programa Jóvenes Construyendo el Futuro hay un registro de 437 mil 995 aprendices que generaron un gasto médico por 566 millones de pesos, mientras que la aportación a través de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social fue de 294 millones de pesos.
Un riesgo adicional para las finanzas del IMSS es la disminución de los ingresos por cuotas debido a un menor tiempo de empleo formal de los afiliados que podría ser consecuencia de un entorno económico adverso.