El barco humanitario Ocean Viking, de la organización SOS Méditerranée, busca desembarcar en puerto seguro a los 228 migrantes que salvó en los últimos días en el Mediterráneo.

“Francine, de 32 años, fue rescatada por la noche hace dos días por el Ocean Viking, después de pasar casi cuatro a la deriva en el mar con otras 13 personas. Compartió con nuestro equipo que se siente profundamente traumatizada por este terrible viaje. Ahora está a bordo con 227 sobrevivientes esperando para desembarcar”, tuiteó ayer SOS Méditerranée.

La organización dijo antier que entre las ultimas acciones de auxilio que emprendió, destaca una durante la noche de ese día, cuando la tripulación localizó “un bote en peligro en total oscuridad con ocho personas en un bote de fibra de vidrio” en la región de búsqueda y rescate de Malta.

Detalló que una hora después se llevó a cabo otro rescate, el sexto de esa misión, al poner a salvo a 14 personas, entre ellas seis mujeres, que viajaban en una pequeña patera, quienes habían pasado más de dos días en el mar. “Están agotados, 228 náufragos están ahora a bordo”, añadió.

Hace ocho días el Ocean Viking salvó a 75 migrantes que estaban en “una embarcación neumática sobrecargada y en peligro” en aguas libias, con lo que en ese momento aumentó a 90 el número de sobrevivientes a bordo, indicó en un comunicado la ONG, cuya sede está en la sureña ciudad francesa de Marsella.

Entre quienes fueron puestos a salvo durante esa jornada y “ninguno de los cuales tenía chaleco salvavidas”, hay 34 menores no acompañados, cuatro mujeres encinta, ocho niños y un bebé de nueve meses”, detalló en el reporte.

En tanto, la Organización Internacional para las Migraciones cifró en mil 553 la cantidad de migrantes que murieron o desaparecieron al naufragar los frágiles y sobrecargados botes en que sortean las costas de Europa en el Mediterráneo.

En lo que va de año, según los datos del ministerio del Interior de Italia, han llegado a las costas de ese país 27 mil 424 migrantes, mientras en el mismo periodo del año pasado fueron 20 mil 532.

A menudo abordan botes de goma o madera sobrecargados para emprender el viaje de 300 kilómetros entre las costas de Libia y las de Italia, sin siquiera disponer de chalecos salvavidas.

La mayoría proviene de países de África central, occidental y oriental castigados por conflictos armados y graves situaciones de hambre y pobreza.