En América Latina y el Caribe, la suspensión de clases presenciales, por la pandemia de covid-19, derivó en una crisis de aprendizaje y abandono escolar, lo que ha ocasionado un retroceso en los avances logrados en el último lustro, afectando especialmente a jóvenes de nivel medio superior y superior, así como a estudiantes pobres, indígenas, migrantes, refugiados y con discapacidad, afirmó el rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers.
Al presidir la Reunión de Seguimiento de la Red de Macrouniversidades de América Latina y el Caribe, dentro del Congreso Internacional de Universidades Públicas 2022 en la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina, indicó que dicha situación lleva a la “imperiosa” necesidad de renovar y actualizar los procesos de enseñanza-aprendizaje e incorporar lineamientos tecnológicos de vanguardia “para garantizar que la formación integral, humanista y profesional de las nuevas generaciones mantenga una gran calidad”.
Graue señaló que desde marzo de 2020, 32 países de la región suspendieron las clases presenciales, lo cual afectó a 167 millones de niñas, niños y jóvenes, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
“De acuerdo con la Unesco, en todo el mundo, la falta de habilidades y recursos digitales, de al menos un tercio del alumnado, para acceder a la educación en línea, disminuyeron las horas de enseñanza en 40 por ciento”, dijo.