El peso inició la segunda mitad del año con una depreciación de 10 centavos (0.50 por ciento) arrastrado por el incremento en la percepción de riesgo que envuelve a los mercados debido a preocupaciones sobre el impacto en la economía global de las medidas de los bancos centrales para contener la inflación.

En operaciones al mayoreo, el tipo de cambio cerró en 20.23 unidades por dólar, de acuerdo con el precio del Banco de México; en la semana perdió 36 centavos (1.83 por ciento). Con ello, borró las ganancias acumuladas en las pasadas dos semanas.

La mexicana, al igual que la mayoría de las monedas latinoamericanas, se vio afectada por un fortalecimiento del dólar en los mercados globales, debido a que el pesimismo sobre las perspectivas de la economía mundial impulsó la demanda por el dólar como activo de refugio.

La inflación galopante y las prisas de los bancos centrales por subir las tasas de interés y frenar el flujo de dinero barato han impulsado las ventas en todos los mercados y han hecho subir los activos considerados más seguros. “Cuando la gente se preocupa, sigue comprando activos en dólares”, dijo Joseph Trevisani, de FXStreet.com en Nueva York, citado por Reuters.

Por su parte, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) avanzó 0.46 por ciento y cerró la sesión con 47 mil 743.15 unidades, tras dos jornadas de pérdidas. Después de una semana volátil, la bolsa culminó prácticamente sin cambios.

La bolsa local siguió el comportamiento de Wall Street, donde los tres principales índices bursátiles revirtieron pérdidas iniciales y terminaron en territorio positivo, tras el peor primer semestre del mercado bursátil en décadas.

En la sesión, el Dow Jones subió 1.04 por ciento a 31 mil 96.20 unidades; el S&P 500 ganó 1.08 por ciento a 3 mil 825.39 puntos, mientras el Nasdaq avanzó 0.92 por ciento a 11 mil 130.23 unidades. Sin embargo, los tres índices cerraron la semana con pérdidas.

Mezcla cierra a la baja

La mezcla mexicana de exportación cerró en 103.02 dólares el barril, de acuerdo con el precio publicado por Pemex, un retroceso de 1.77 dólares. En la semana acumuló una baja de 2.59 dólares por barril.

Los referentes internacionales subieron más de 2 por ciento, ya que las interrupciones del suministro en Libia y los cierres previstos en Noruega contrarrestaron las expectativas de que una desaceleración económica pueda hacer mella en la demanda.

El Brent sumó 2.60 dólares a 111.63 dólares el barril y el WTI escaló 2.67 dólares a 108.43 dólares. Ambos redujeron operaciones antes del feriado del lunes en Estados Unidos por el 4 de julio.