El cabecilla del principal grupo criminal que opera en el poniente de la capital, Lenin Canchola, fue detenido ayer en Monterrey, Nuevo León. La banda que comandaba se dedicaba a la extorsión, cobro de piso, secuestro, asesinatos, así como a la distribución y venta de drogas.
El secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, identificó a esa agrupación como la principal generadora de violencia en las alcaldías Álvaro Obregón y Cuajimalpa, en esta última funcionarios estuvieron vinculados con los conocidos como Los Malcriados 3AD.
Tras varios años de búsqueda, la dependencia –en colaboración las fiscalías de Nuevo León y de la Ciudad de México– logró aprehender a Canchola, a quien se le siguió por varias entidades.
De acuerdo con el reporte policiaco, la madruga de ayer se le ubicó en un local comercial de la calle Francisco I. Madero, colonia Centro, del municipio regiomontano.
Efectivos policiacos de las referidas corporaciones fueron desplegados afuera del negocio y tras identificar el vehículo en el que viajaba el presunto delincuente, le marcaron el alto para efectuar una revisión y dentro de la unidad, pese al cambio físico que presentaba, fue identificado.
Durante la revisión le encontraron drogas y un arma de fuego, por lo que quedó a resguardo de las autoridades en espera de su traslado a la capital.
Tras el cruce de información se encontró que Canchola cuenta con dos órdenes de aprehensión por secuestro agravado y asociación delictuosa y una más por homicidio. Esta detención impacta fuertemente en la organización criminal, luego de que el pasado 23 de junio fuera aprehendido Carlos Alberto N, El Charly, presunto jefe de sicarios de la banda y dos integrantes más.
Este sujeto era el segundo al mando y estaba a cargo de una célula de la organización que operaba en la alcaldía Álvaro Obregón.
Con la detención de uno de los principales objetivos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, las autoridades esperan que disminuya la violencia en esa zona e la ciudad; sin embargo, se mantendrán alertas tras la reconfiguración que realizan este tipo de grupos delictivos luego de la aprehensión de los cabecillas.