El último grupo de mujeres que obtuvo su libertad abandonó ayer el penal femenil de Santa Martha Acatitla. La salida se prolongó por varias horas; sin embargo, la idea cruzar la puerta que durante años las mantuvo en el encierro motivó a las siete internas a aguantar el largo proceso de salida.

La liberación es un proceso difícil para quienes han purgado condenas, por lo cual autoridades del Gobierno de la Ciudad de México estarán cerca de ellas con la finalidad de que puedan completar su reinserción social.

Desde el pasado jueves empezaron a abandonar el lugar, en total fueron 26, y que fueron beneficiarias del Programa de Liberación de Mujeres del Gobierno de la Ciudad de México.

Por medio de este proyecto las que se encontraban en circunstancias de vulnerabilidad, con enfermedades crónico-degenerativas o terminales, discapacidad física, originarias de pueblos, así como de comunidades indígenas, han sido integradas a estos beneficios.

También están incluidas las que compurgaban penas irrelevantes para los fines de la reinserción o aquellas que pudieran obtener beneficios penitenciarios y en los casos que se detectaron evidencias o actos de injusticia que las llevaron a estar recluidas.

De marzo de 2019 a julio de este año, 53 mujeres han sido liberadas y contarán con el acompañamiento de las Secretaría de las Mujeres. Su titular, Ingrid Gómez Saracíbar, quien despidió a cada grupo que fue liberado, explicó que en el programa participan distintas instancias del gobierno capitalino y el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México.

Además, el trabajo que les brindaron las instituciones durante el acompañamiento durante su reclusión, en caso de ser necesario se podría extender para que logren integrarse por completo a la sociedad, “porque el egreso es emoción, pero también significa que hay retos”.

Por su parte, la Consejería Jurídica y de Servicios Legales gestionó apoyos entre instituciones de asistencia privada para mujeres con prevalencia de vulnerabilidades, ya en libertad.

Por varias horas, familiares de las siete mujeres que ayer salieron esperaron para verlas cruzar por la puerta para recibirlas.