París. Después de la llegada de Erling Haaland al Manchester City y de la renovación de Kylian Mbappé en el PSG, un cambio generacional animará el mercado de verano de fichajes en Europa.
En España, el Real Madrid se repone tras el fracaso de perder a Mbappé, fichando al defensa central alemán Antonio Rüdiger (Chelsea) y al prometedor centrocampista francés Aurélien Tchouameni (Mónaco).
Los veteranos Marcelo y Gareth Bale abandonan el club merengue, que deberá esperar a concretizar otras salidas antes de recibir nuevos jugadores.
El FC Barcelona, preso de dificultades económicas, está en la misma situación.
El futuro del internacional francés Ousmane Dembélé, cuyo contrato finalizó ayer, sigue siendo una incógnita, el holandés Frenkie de Jong está en la rampa de salida del club catalán y en las llegadas, el centrocampista marfileño Franck Kessié y el defensa danés Andreas Christensen, que terminan contrato con el Milán y el Chelsea, ya están atados.
De vuelta a la capital española, el Atlético de Madrid ha dicho adiós al pistolero uruguayo Luis Suárez, y los españoles Saúl Ñíguez y Álvaro Morata vuelven al club rojiblanco después de sus cesiones en Chelsea y Juventus.
En Italia, la voluntad de Romelu Lukaku de relanzarse después de una temporada discreta en el Chelsea ha logrado el milagro, pues el delantero belga volverá a vestir la camiseta nerazzurri.
En Inglaterra, con las llegadas de Haaland al Manchester City y, en menor medida, del uruguayo Darwin Núñez al Liverpool, los otros grandes equipos no han perdido tiempo en el mercado.
Los Reds se mantendrán tranquilos en lo que resta de periodo de traspasos, incluso si han perdido a Sadio Mané, que puso rumbo al Bayern de Múnich.