Los conflictos armados siempre han recibido la condena de la comunidad de las artes. Así ocurrió en las dos grandes conflagraciones del siglo pasado, así como con otra larga lista de tragedias que han causado muerte, orfandad, migraciones, destrucción: Irak, el pueblo palestino, Siria, Yemen, Afganistán, Libia, Kosovo,el genocidio armenio. O los abusos a los prisioneros en la cárcel de Abu Ghraib.
Fiel a esa tradición, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, MoMA, se une a la indignación que existe a escala internacional por la sangrienta invasión del ejército ruso a Ucrania. Lo hace mostrando la obra pictórica de consagrados artistas que en su momento protestaron por el ascenso del fascismo en Alemania, Italia y España, o por la ocupación nazi a varios países europeos.
Se trata del inglés Francis Bacon, los españoles Picasso, Joan Miró y Julio González; el italiano Lucio Fontana, el estadunidense Peter Blume y el alemán Max Beckmann. También la de tres mexicanos: José Clemente Orozco (Bombardero y tanque, 1940), David Alfaro Siqueiros (Suicidio colectivo,1936) y Rufino Tamayo (Animales, 1941).
Además, y en solidaridad con el pueblo de Ucrania, muestra una selección de pinturas de artistas de ese país que, por diversos motivos, emigraron y obtuvieron reconocimiento, especialmente en París, Berlín, Nueva York, Londres, Moscú y San Petersburgo.
Es el caso de Sonia Delaunay-Terk, Kazimir Malévich, Milton Resnick, Vladimir Baranoff-Rossiné, Louise Nevelson, María Siniakova, David y Vladimir Burliuk John, Iakov Chernikhov, John D. Graham, Louis Lozowick y de uno de los grandes fotógrafos y reporteros gráficos del siglo XX: Arthur H. Fellig, mejor conocido por Weegee, su seudónimo.
La muestra de pintores ucranios incluye extractos de un poema del también novelista y ensayista Serhiy Zhadan (1970) que refleja la tragedia que padece dicha nación:
“Comencemos por lo más difícil / por cantar / y extinguir los fuegos que / emergen de la noche. / Comencemos por murmurar / los nombres. Tejamos juntos el vocabulario / de la muerte. / Levantarse y hablar de la / noche. / Levantarse y escuchar las / voces / de los pastores en la niebla / conjurando sobre las almas perdidas.”
El poema completo puede disfrutarse en moma.org/ukraine.