Modesto López es fundador del sello discográfico Ediciones Pentagrama, alternativa musical que ha editado a grandes artistas latinoamericanos. También es documentalista y productor, que se define “como un trabajador de la cultura”, pues es considerado un realizador de sueños, así como referente en el resguardo de la cultura popular en América Latina.
López plasmó abundantes historias y vivencias, unas emotivas, otras complejas, entretenidas o tristes, en su autobiografía titulada Morriñas, aguafuertes de mi andar por la vida, que inicia con las conversaciones de su madre. El libro, publicado por Ediciones Pentagrama, consta de 500 páginas y numerosas fotografías.
Nació en la aldea Uceira Blanca, Lugo, España; en 1950 emigró con sus padres a Argentina; vivió un año en Ecuador, antes de llegar a México, en 1979, país donde reside desde entonces y en el que se naturalizó en diciembre de 1996.
En entrevista, el autor habló sobre el origen de su libro: “Imaginé que sería larga la pandemia y consideré importante ocupar mi tiempo, pues en esos momentos estaba terminando el documental de Amparo Ochoa, se me reventó el barzón y varios amigos me insistieron en que tenía que contar mis memorias. A lo largo de más de dos años escribí este libro que encierra 77 años de mi vida, incluso desde antes, de los orígenes de mi familia campesina en Galicia, España.
“Abordo la época anterior a mi nacimiento y éste, la historia de la Guerra Civil española, en la que mi padre estuvo preso, así como parte de las vivencias de mi madre durante esa tragedia, además de la situación que vivía el mundo, el viaje como migrantes, la llegada a Argentina y mi crianza en barrios populares. También hablo de mis trabajos, oficios, el inicio en el teatro y mi caminar por la etapa franquista y por América Latina, donde traté de averiguar quién era yo en este continente”, contó.
“Me fui a caminar entonces con 100 dólares y una cámara fotográfica. Relato lo que fui encontrando en los países que visitaba, incluido Estados Unidos, el mundo chicano; narro mi relación –en su momento– con las Panteras Negras, los veteranos de guerra de Vietnam; mi encuentro en México con el Centro Libre de Experimentación Teatral y Artística, con los músicos y mis vínculos con diversos grupos teatrales.”
En este país, enfatizó, “me quedé, me enamoré de mi actual compañera, Marta De Cea, tengo mis hijos y fundé Ediciones Pentagrama, que cumplirá 43 años en octubre”.
En esa empresa, agregó López, “se han hecho alrededor de 780 discos, hemos editado libros y hecho documentales que tienen que ver con la realidad de América Latina, en cuanto a la música, la poesía y cuestiones sociales. Así es como atravieso todo esto y lo cuento hasta llegar al momento actual, sin olvidar la etapa de la revolución nicaragüense que me tocó vivir”.
De hecho, “morriñas es el término con el que los gallegos llamamos a la nostalgia por nuestro pasado, pues se dice que gran parte de nuestras conversaciones transcurren con recuerdos del pasado aunque vivamos en el presente”. En el proceso de escritura de este libro, López “recuperó” a sus amigos de otras épocas, pues volvió a comunicarse con unos de ellos luego de 50 años y así cotejar con sus testimonios las memorias de lo vivido.
Un momento de “dolor muy grande”, que resurge en el libro, es el fallecimiento del cantautor Óscar Chávez, quien se fue durante la pandemia. “Fue parte importante de nuestra vida, de la familia. Mi esposa fue su representante más de 30 años. Su muerte fue un golpe muy doloroso, así como fue el de compañeros músicos de México, del continente y de otros países que se fueron en el transcurso de escribir este libro”.
“Gran parte de lo que he hecho, se debe a la amistad, sin ella no hubiera podido ser nada”, aseguró Modesto López. Enfatizó: “En el libro están todos los que están y faltan todos los que no están”.
“Oficio de la buena conversación”
El poeta Eduardo Langagne, en el apartado “Palabras preliminares” de la publicación, escribió: “Modesto López posee una sensibilidad pulida con el oficio de la buena conversación. El denominador común de su responsabilidad social ha tenido la inteligencia de reunir tres caminos que significan otras tantas tradiciones culturales que él ha hecho coexistir con genuina convicción: gallego por su origen y nacimiento; argentino por su niñez, su juventud y su primera madurez; mexicano por sus aportes y compromiso”.
Langagne agregó: “La redacción desatada de los recuerdos da cuenta del traslado marítimo con rumbo a la Argentina y más adelante de los otros viajes, otros climas, otras condiciones bajo la inestable dinámica de la historia. Mediante el contacto renovado con la gente amiga, muchas décadas después de los hechos que se exponen, nuestro autor realizó el cotejo de su propia memoria, cualidad inaprensible de la persona humana”.
El libro, destacó el poeta, “agrega otras plumas, fragmentos ad hoc de publicaciones en libros, diarios y revistas, que se ofrecen como epígrafes o notas contextuales que colaboran de manera eficiente con quienes leerán. Todo esto al abrigo permanente de una reflexión emocionada y constante, comprometida con la militancia no sólo política, sino también social, en la mayor extensión semántica del término”.
López, puntualizó Langagne, “combatiente de la vida, mantuvo su pujanza y fortaleza anímica durante este periodo inédito del mundo, se obstinó como siempre en defender las cosas que valen la pena, como escribir”.
Modesto López presentará sus memorias acompañado de Eduardo Langagne, así como de los músicos Anastasia Sonaranda, Argelia Fragoso, Armando Chacha, Armando Rosas, Carmina Cannavino, Carlos Porcel Nahuel, Delfor Sombra, Jorge García Montemayor, Juan Daniel Vargas, Francisco Palacios, Margie Bermejo, Nayeli Nesme, Rafael Mendoza y Ramón Sánchez.
La cita es el domingo, a las 17 horas en el Museo Nacional de Culturas Populares, ubicado en Hidalgo 289, Coyoacán. La entrada es libre.