Han Sungpil vio por primera vez el mar cuando tenía 15 años. La impresión de paz y sanación que le causó persiste en la obra del artista sudcoreano, como ocurre en las majestuosas fotografías de glaciares instaladas en la galería Proyecto H que forman parte de la exposición Bajo la superficie. Sin embargo, alerta que la prístina naturaleza ha sido trastocada por la huella del hombre, lo que también se constata en los paisajes de masas azuladas de hielo en las regiones polares.
En sus viajes, el artista indagó sobre la historia de la caza de ballenas para extraer su aceite y la explotación en minas de carbón, actividades que prosperaron en el siglo XIX en la zona ártica y antártica. Construcciones oxidadas desechas por el tiempo y la actividad volcánica, maquinaria arrumbada o un hueso desnudo que yace sobre el blanco suelo son parte de los vestigios desolados, testigos de otro siglo. Hoy, menciona que existen grupos esquimales que cazan por sobrevivencia mientras otros lo hacen por explotación.
“Este es el tema más común de Sungpil: las capas que tiene un tema, no todo es blanco y negro ni únicamente lo que hay en la superficie. Él se pregunta qué más hay en las fachadas, la arquitectura, los sentimientos y la naturaleza”, abundó Luciana Fernández, gestora de la galería en la que se exponen obras que corresponden a tres series: Intervenciones, Fachadas y My sea.
La idea es más evidente en Fachadas, que consiste en captar con la cámara algunos murales sobre edificios, como hizo en Lessines, ciudad belga donde nació el pintor surrealista René Magritte, o con los murales en la isla de Jeju, donde quedó fascinado por las mujeres que se dedican a bucear como una práctica de pesca tradicional.
En 2015 realizó la instalación Armoniosa Habana, con la que cubrió la editorial Abril, ubicada frente al Capitolio, como parte de la bienal de arte en la capital cubana. La imagen impresa del templo budista Gameunsa, construido en el siglo VII para protegerse de la invasión japonesa, se sobrepuso sobre el edificio de la isla caribeña para abordar la realidad y la imaginación, lo original y la copia.
El amanecer y el ocaso son los únicos momentos del día en los que realiza las tomas con su cámara para plasmar ciertos efectos de luz en sus imágenes.
Sungpil (Seúl, 1972) utiliza el medio fotográfico, el video y la instalación para la creación de su trabajo. De acuerdo con la galería, aunque cada serie parece muy distinta a la anterior, el artista reflexiona sobre la relación espacial, la realidad y lo representado; cuestiona y juega con los límites entre la fotografía y la pintura, además de explorar los problemas que han generado la contaminación y el cambio climático.
Su primera visita a México se logró gracias a la labor de la sede en España de la galería Proyecto H, que inaugura hoy la exposición Bajo la superficie en el espacio que dedica al arte contemporáneo en Guadalajara 88, en la colonia Roma norte. Para visitarla es necesario hacer una cita al correo infomex@proyectoh.com
El artista coreano encabezó una conferencia de prensa para presentar su exhibición en la Ciudad de México. Aunque el encuentro fue accidentado por las barreras del lenguaje, las imágenes que muestran esos sitios enigmáticos y distantes magnetizaron la vista de los asistentes. En su página se le describe como poseedor de una sensibilidad en su trabajo que con frecuencia incluye sentido del humor, al igual que sublimes elementos de belleza.
El mar fue el sujeto que cautivó en su primer serie titulada My sea, en la que trabajó de 1999 a 2006, de la cual se exhibe la última fotografía de este grupo de imágenes. Sobre el tema describió: “El agua de la Tierra tiene tantas historias sin contar. La vaguedad del lugar de encuentro entre el mar y la tierra está llena de misterios irresolubles como el infinito de las cintas de Moebius”.