El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, advirtió que las agresiones a los órganos electorales, ahora marcadamente desde el poder público, así como las iniciativas de reforma a este sector, podrían tener como propósito apoderarse del sistema y, por tanto, erosionar la equidad en las contiendas.
Durante un foro regional sobre democracia electoral alertó que una “puerta” hacia ese riesgo de “captura” sería la renovación del consejo general del INE, en abril del año próximo, cuando concluyan su encargo cuatro de los 11 integrantes con derecho a voto, incluido el propio Córdova.
Frente a especialistas de otras naciones, aseveró que hay un proceso no sólo en México, sino global, de “reforzamiento” de los titulares del Poder Ejecutivo, en el cual los órganos electorales “resultan incómodos para el poder”, por lo que se debería “empujar” su defensa.
Córdova insistió en que las conferencias de prensa matutinas del presidente Andrés Manuel López Obrador han sido palestra de crítica peculiar.
“Que los funcionarios electorales ganamos más que el Presidente, que si somos el órgano electoral más caro del mundo, que si no somos demócratas y despreciamos al pueblo, que los del INE y los del Tribunal Electoral son del bloque conservador, que quienes deberíamos promover la democracia nos dedicamos a boicotearla y, en suma, para caer en la narrativa que es urgente la reforma electoral para que haya una nueva democracia”, señaló.
Esa crítica resulta más peligrosa porque se basa en determinados ejes contra el árbitro electoral, a partir de descalificaciones verbales y amenazas “para tratar de conseguir que las decisiones de las autoridades electorales favorezcan ciertos intereses políticos”.
Se refirió además a la “asfixia presupuestal” para minar la autonomía y capacidad operativa de los órganos, y los intentos de reforma electoral o del sistema.
Según el consejero, este último punto tiene como propósito incrementar el control del gobierno y la “captura política” de las instituciones electorales, socavar el sistema de partidos y erosionar la representación política.
Es decir, “la reforma no vista como una manera de mejorar el sistema electoral y el sistema representativo, sino como una manera de amenazar a las autoridades electorales o propiciar una captura del sistema electoral, una merma de la capacidad de equidad en la competencia de partidos o incluso una erosión, una fractura, una disminución de la capacidad representativa de nuestros sistemas políticos”.
Ante ese contexto, el consejero presidente del INE sugirió a sus colegas y amigos a escala nacional e internacional establecer nuevos mecanismos de defensa –como echar mano de las redes sociales como el TikTok– para impulsar el apoyo ciudadano y la deliberación pública, “más allá de la democracia directa y las tentaciones plebiscitarias, e impulsar la ciudadanía digital para enfrentar la desinformación”.