Madrid. En el “barrio chino” del pueblo marroquí de Nador, en la frontera con Melilla, la policía llevó a cabo un proceso de “limpia” de migrantes subsaharianos, luego de que el viernes pasado cientos de indocumentados intentaron un salto masivo a la valla fronteriza para llegar al territorio español, que se saldó con hasta 45 muertos, según organizacipnes no gubernamentales.
Donde antes había miles de personas, en su mayoría procedentes de Sudán del Sur, ahora sólo hay calles vacías vigiladas por agentes de Rabat.
Presumiblemente los cuerpos de los fallecidos están en la saturada morgue de Nador, de la que emerge un hedor insoportable.
Marruecos anunció acciones penales contra 33 personas que participaron en el intento de cruzar la frontera y la fiscalía española anunció que abrirá una investigación sobre los hechos.
En el pueblo de Nador hay cuatro lugares a los que ningún periodista, activista de derechos humanos o curioso puede acceder: la morgue, el cementerio, el barrio chino y el hospital.
Representantes de ONG como la Asociación Marroquí de Derechos Humanos o Caminando Fronteras, confirmaron que al aproximarse a esas cuatro puntos les sale al paso algún agente que les ordena identificarse y les advierte que ahí sólo pueden entrar “musulmanes” o “gente autorizada”. En el hospital permanecen decenas de heridos, varios de ellos graves. Según la versión de Marruecos, los fallecidos son 23, pero las ONG dan cuenta de hasta 45.
Cientos de migrantes subsaharianos han tenido que refugiarse en el monte Gurugu para evitar la represión de la policía marroquí. El cementerio también es un sitio vetado y controlado. Trascendió que se estaban cavando al menos 16 fosas, pero que esta labor se suspendió después de que las ONG difundieron sus cifras de de muertos.
Rabat abrió con celeridad causas penales contra 33 migrantes, detenidos en la comisaría de Nador, acusados de delitos como resistencia al arresto y ataque a la autoridad.
El presidente español, Pedro Sánchez y su gabinete insistieron en elogiar a la policía marroquí por lo “bien resuelto” que fue el “ataque violento contra la integridad territorial” de España.
Excesos a ambos lados de la frontera
La fiscalía de Madrid anunció que actuará de oficio e iniciará una investigación para aclarar los hechos. Los 133 migrantes que lograron llegar al territorio español permanecen en el Centro de Internamiento para Extranjeros de Melilla. Marruecos y España incurrieron en un “uso excesivo de la fuerza” el pasado fin de semana, que “provocó la muerte de decenas de seres humanos, solicitantes de asilo y migrantes”, declaró ayer el portavoz de la Organización de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric.
Agregó que la tragedia “es inaceptable” y “debe ser investigada”, Señaló que los excesos se produjeron “a ambos lados de la frontera”.
“Las personas que se desplazan tienen derechos que deben ser respetados, y con demasiada frecuencia vemos que se les falta al respeto”, afirmó Dujarric.
La portavoz de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, pidió en Ginebra una investigación independiente.