Ciudad Victoria, Tamps. Agricultores y ganaderos de las regiones norte, centro y sur de la entidad aseguraron requerir recursos económicos provenientes de los gobiernos federal, estatal y municipales para atenuar los estragos por la sequía que prevalece en Tamaulipas desde hace cuatro años.
Asociaciones ganaderas y campesinas indicaron que las zonas mencionadas sólo han recibido recientemente lluvias aisladas. Por su parte, citricultores afirmaron que sus pozos están abatidos, mientras que ganaderos expusieron que los pastizales están secos por la sequía extrema.
La Unión Ganadera Regional de Tamaulipas informó que asociaciones regionales le han reportado estragos en los hatos, y aunque hay informes aislados sobre mortandad de vacas, no se conoce con precisión cuántas cabezas han perecido por falta de comida y agua, pues en diversas zonas los productores carecen de alimento, además que los aguajes y presas están vacíos.
Julio Gutiérrez Chapa, presidente de la Unión Ganadera Regional tamaulipeca, promovió en el Congreso local un punto de acuerdo a través de su esposa, la legisladora panista Marina Edith Rodríguez Andrade, para solicitar a las administraciones municipal, estatal y federal que deriven recursos para financiar la compra de suplementos alimenticios como sales minerales, melaza y forrajes.
En la exposición de motivos del punto de acuerdo, aprobado por la legislatura estatal, la diputada por el distrito 13, con sede en San Fernando, dijo que los productores enfrentan una sequía que comenzó en 2018.
“La gente está batallado, los abrevaderos están críticos en municipios como San Carlos, San Nicolás, Méndez, Burgos, Cruillas, San Fernando, Santander Jiménez, Padilla, Casas, Victoria, Ocampo, Tula, González, Tula, Palmillas, Bustamante, Hidalgo, Palmillas, Miquihuana, Bustamante y Jaumave”, aseguró Pedro Benavides, tesorero de la Asociación Ganadera de Ciudad Victoria.
Campesinos de nueve ejidos de Jaumave han marchado por la cabecera municipal y han instalado plantones frente a las oficinas locales de la Comisión Nacional del Agua, para reclamar que productores de limón los despojaron de concesiones de líquido que heredaron de sus padres, concedidas por el ex presidente Lázaro Cárdenas del Río entre las décadas de 1930 y 1940.
“Confiamos en que nos llegue un ciclón para rellenar presas, bordos de abrevadero, norias, pozos profundos, que están en niveles críticos”, señaló Benavides.
Como resultado de la falta de agua en los últimos cuatro años, agricultores del centro del estado dejaron de sembrar el 80 ciento de sus tierras con productos tradicionales, y las convirtieron a la ganadería y a cultivos alternativos como sábila y agave azul, con el cual se produce tequila.
Otros labriegos, con mayor solvencia económica, trasformaron sus feudos en ranchos cinegéticos, propios para la cacería, sobre todo en municipios como San Carlos, Méndez, Casas, Burgos y Cruillas.
Debido al incremento del precio de insumos como diésel, refacciones y fertilizantes, que duplicaron sus precios entre 2020 y 2022, de 10 mil pesos la tonelada a 23 mil, los naranjeros enfrentan problemas similares.
Campesinos de la franja fronteriza que conforman los municipios de Miguel Alemán, Camargo, Diaz Ordaz, Reynosa, Río Bravo, Valle Hermoso y Matamoros, enfrentan un escenario diferente. Esperan obtener cosechas por encima de la media en el ciclo agrícola otoño-invierno, bajo el régimen de riego y de temporal.
La naranja Valencia, propia para jugo, se cotizó en el mercado nacional a seis mil pesos la tonelada al final de la temporada, pero los productores prevén que la falta de agua y los intensos calores hagan “abortar” el 50 por ciento de los nuevos frutos de sus naranjales y limoneros, por lo que su cosecha se mermará en 2023.